15

416 55 20
                                    

  —Deberías venir a visitarnos el fin de semana.

  Le di una mordida a mi manzana mientras me sentaba en el sofá y sentía un pequeño peso en mi regazo, sonreí mirando a Bigotes acostado cómodamente, comencé a acariciarlo mientras escuchaba a mamá por el teléfono.

  —Hace bastante que no te vemos hijo. —siguío mi madre.

  —He estado ocupado con el trabajo y mis clases. —un puchero inconsciente se dibujo en mis labios.

  —¿Seguro que no quieres que te ayudemos? Sabes que no es ningún problema para noso-

  —Mamá, no es necesario, —corte rápidamente— ustedes ya han hecho mucho por mi, no quiero ser una carga.

  —No lo eres, cariño.

  Siempre era la misma plática cada vez que hablaba con mis padres, ellos sentían que era demasiada responsabilidad para mí el estudiar y trabajar a la vez, y aunque si era algo pesado, sabía que era algo que ya tenía que hacer por mí mismo, ya no era un niño, y estaba feliz de poder hacerme cargo de mi mismo por primera vez.

  —No te preocupes por eso, mamá, estoy bastante bien, ¿Cómo está papá? —cambie de tema rápidamente.

  —Ya sabes, trabaja en la oficina toda la semana y va a pescar con el papá de Namjoon los fines de semana. —dijo y luego pareció recordar algo y volvió a hablar bastante animada—. La madre de Namjoon me contó sobre su traslado a Seúl, aunque está un poco desanimada por qué estará muy lejos.

   Fruncí mi seño.

  —¿Traslado?

  —¡Sí! ¿No es genial? Namjoon también está bastante animado.

  —No me dijo nada... —murmuré.

  —¿No? Creí que si, hace una semana le dijeron, nos llamó casi al momento, así que supuse a ti también te lo había comentado.

  Me removí en mi lugar algo incómodo, desde hacía unos meses Namjoon se había comportado extraño conmigo y lo había notado, en un inicio había creído que estaba así porque había decidido estudiar en otra ciudad, pero no pareció serlo cuando se emociono una vez me aceptaron, y aún así todo cambio una vez me mudé, se distanció bastante y no me hablaba con la misma frecuencia que antes, parecía que había aprovechado el que me había ido para alejarse casi por completo de mi. Así que en ese momento me sentí celoso de mi propia madre por la cercanía que parecía seguir teniendo con la familia y el mismo Namjoon.

  —¿Te ha dicho algo de mi? —pregunté tratando de que no se notara el desánimo en mi voz.

  —No realmente, me a dicho que no han podido hablar mucho por qué estás ocupado.

  Frunciendo el ceño empuje el interior de mi mejilla con mi lengua. ¿Le había mentido a mí madre?

  —No te desanimes, cariño, nosotros entendemos y estoy segura que una vez Namjoon se mudé a Seúl, tendrán más tiempo para hablar.

  —Seguro.

  —Pero bueno, te dejo, tengo que preparar la comida. Te amo.

  —Yo también, mamá.

  Al colgar el teléfono me quedé mirando por unos momentos la manzana mordida en mis manos para luego soltar un profundo suspiro y levantarme.

  ¿Acaso Nam tenía algún problema conmigo? Habían cambiado demasiado las cosas con él, ya no era lo mismo y no es algo que antes nos hubiese pasado.

  El tiempo que llevábamos siendo amigos era tan largo para hacer saber que éramos bastante cercanos desde siempre, ¡hasta nuestros padres eran grandes amigos!

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 11, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Uber Eats | vkook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora