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  Los días de clases me gustaban más de lo que deberían, en menos de una semana me había vuelto un gran amigo de Jimin, era demaciado fácil congenear con él y eso sinceramente lo agradecía demaciado. Y bueno, sinceramente las clases comenzaban a ser mas amenas para mi, no tenia ningún problema con los profesores y me alegraba eso, había terminado mi semana de "popularidad" por ser el nuevo, que hasta ya me ignoraban completamente y pasaban de mi.

  No saben lo feliz que me hace eso.

  No era alguien a quien le gustará la atencion.

  Caminaba por los pasillos de la universidad hacia mi siguiente clase, tenia un cartón de leche en una de mis manos y en otra cargaba mi celular el cual veía con gran insistencia.

  Hacía apenas unas horas que habia llamado mamá para preguntarme lo que se habia vuelto rutina.

  ¿Desayunaste?, ¿estas en clases ya?, ¿como va el trabajo?, ¿qué tal tus notas?; a veces queria recordarle que ya no era un niño y que podia llevar una vida tranquila sin necesidad de que me estuviese recordando, pero luego te recordaba cuando la llamaba por la madrugada por que escuchaba ruidos en mi cocina, y se me pasaba.

  Pero esa no era una de mis razones por las que miraba el celular con insistencia, la razón tenia nombre y un sexy apellido.

  Kim Namjoon. Mi amor platónico de toda la vida y... mi mejor amigo.

  Lo que sucedía es que hacía ya un par de días que no sabia nada de él, no es que fuera raro, el no era el tipo de chico que habla contigo todo el tiempo, es más, podia hasta ser un milagro que te hablase dos días seguidos, pero el punto aquí era que, como mi mejor amigo, debía por lo menos querer saber como estoy ¿o no? —aunque esta tan sólo era una justificación a mi ansiedad por que no me hablara— Y bueno, yo si estaba interesado en saber de su vida, no sabia ya cuantos mensajes le habia escrito esperando alguna respuesta de su parte, pero como esperaba, no tuve ninguna señal de vida, o que por lo menos los hubiese visto.

  Sabía que luego el me mandaría una vez los hubiese visto, pero ¿por que le era tan difícil contestarme?

  Con un puchero guarde mi celular y di un nuevo sorbo a mi leche, arrastrando los pies por los pasillos llegue a la que sería mi primera clase, apenas llegue y tome asiento, vi a Jimin coqueteando con un chico en las primeras filas, justo cuando me vio le dijo algo por lo bajo y corrió a sentarse a mi lado.

  —¡Kookie! —grito como era de costumbre mientras me daba un fuerte abrazo. Venia comiendo una de sus ya usuales paletas de fresa.

  —Hola, Jimin. —sonreí mirándolo mientras sacaba una libreta de mi mochila. Mire disimuladamente al chico con el que estaba anteriormente— ¿y él quien es?

  Las mejillas de Jimin se tiñeron de rojo.

  —Sólo es un amigo. —evadio mi mirada juzgadora.

  —¡Pero si estabas coqueteando con él! —lo señalé acusadoramente haciendo que sus mejillas se tiñeran más de rojo.

  Rápidamente me miro alarmado y me dio un manotazo en mi brazo.

  —¡Claro que no! Ni siquiera sabes como coqueteo. —trato de atacar, pero sus orejas se habían puesto rojas de la vergüenza.

  —Por supuesto que se, lo mirabas como miras a YoonGi y hacías los mismos gestos, hasta hiciste esto. —peine mi cabello hacia atrás haciendo que abriera la boca sorprendido.

  Abrió y cerró la boca tratando de buscar algo con lo cual justificarse sin encontrar nada.

  su cara de ofendido, por supuesto, no faltó.

Uber Eats | vkook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora