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   Me ví obligado a levantar la vista que tenía clavada en la mesa, mordí mis labios con nerviosismo cuando lo ví sentarse aún lado de Jimin quien gustoso se hizo a un lado dejandolo prácticamente enfrente mío, la chica que venía con el lo miro con reproche.

  —Hola... —conteste evitando mirar sus ojos.— yo tampoco sabía que te encontraría por acá.

  —Pues parece que nos encontraremos más seguido. —dijo sonriéndome un poco, luego miro a la chica y suspiro— Mi hermana tiende a meterse en varios líos con los profesores, así que estoy obligado a venir.

  Escuché como la chica soltó un bufido que dejaba ver su descontento y saco su celular ignorandonos por completo.

  Asentí lentamente y volví a mirar mi comida que apenas tocaba, escuché como Jimin limpiaba su garganta haciendo que lo miraramos.

  —Kookie es un poco callado, así que no te preocupes. —dijo amablemente— soy Jimin, su amigo.

  —Oh un gusto, y si lo había notado,—solto una liviana risa, Jimin lo miro extrañado así que prosiguió— desde la vez que casi sale corriendo cuando le pedí su número.

  Enrojecí rápidamente cuando ví que Jimin volteaba su cabeza como la niña del exorcista y me desaprobaba con la mirada.

  —¿Que hiciste que?

  —¡Yo no hice eso!

  Taehyung soltó una risa baja mientras me miraba divertido.

  —Te golpeaste con el manubrio de tu moto.

  Oh no, no lo había dicho en voz alta....

  Si lo hizo.

  La estruendorosa carcajada que salió de Jimin me hizo saber que claramente lo había hecho.

  Tierra tragame.

  —Fuiste un patán desde la primera vez que nos vimos. —dije frunciendo el ceño sintiendo mis mejillas calientes— es más, la segunda y la tercera ¡¿Cómo querías que te diera mi número?!

  Frunció su ceño pareciendo ofendido.

  —¿Yo un patán?

  —Lo eres. —la voz de la chica nos hizo mirarla, pero cuando vio la mirada asesina de Taehyung, fingió mirar su celular.

  —Igual ni siquiera sabia quien eras.

  Note como fruncía el ceño y ladeaba la cabeza mientras recargaba sus antebrazos en la mesa.

  —¿Hablabas en serio? —sonrio un poco— eres de las pocas personas que no sabe quién soy.

  Solté un bufido poco disimulado ganando una mala mirada de Jimin quien se comía con la mirada al niñato rico después de tranquilizar su risa.

  Pues si, parecía que el chico si era famoso por cómo lo miraban y por qué si, después de el encuentro que tuvimos, quizá solo quizá, me había caído en mi computador y mágicamente se había escrito su nombre en el buscador y había visto un montón de reseñas de él y mucha publicidad suya.

  Si, solo quizá.

  Pero a pesar de todo eso, seguía sin parecerme algo tan importante. Seguía siendo un chico igual que todos, más arrogante, con más plata, pero igual.

  Y solo había una persona a la que admiraba más que a nadie, y me volvería loco por solo verlo.

  Mi poderosisímo, Justin.

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