el lugar donde cantan las amapolas //

ACABantos

yeosang

Cuidar de ti mismo ya es complicado, aun cuando tienes la verdad de pertenecer a tu mente. Cuidar de alguien fuera de esas barreras ha de ser imposible.

Las personas que me adivinan los pensamientos son lo más parecido al sol que puedo haber tocado, cuando mi madre me dice que aunque todo el mundo crear que soy conformista ella sabe que no, o cuando tú te me acercas para decirme que deje de pensar en eso, que sin saber si estoy pensando justo en eso para mí es como si lo supieses completamente, tu wooyoung, mirándome ahora en los ojos mientras esperamos para saber si el gatete que han encontrado es el nuestro, me dices a través de una mirada firme que deje de buscar-lo en mis pensamientos, que si tiene que ser ese será, y que, sino, ya será.

No sé cómo reaccionar ante ti, no en el sentido del amor romántico tóxico este de paralizarse, quiero decir, que no sé que Tipo de relación tenemos, cómo estamos, o como nos vemos el uno al otro, no sé medir hasta donde de ti puedo llegar.

Una vez entramos en la sala, té miro a ti, le miro a él y, tenías toda la razón, si tiene que ser será, y si no, no será. No sé cuanto me podrá durar esta tranquilidad, pero por ahora sigue aquí conmigo. Me dices que volverá, que estás seguro de que volverá.

Salimos, y ya con las estrellas en el cielo, camino hacia adelante, y aunque no me pares sé que quieres decir algo o quieres que pare, pero si no me lo dices seguiré caminando hasta que me pare por bien o por mal.

Una vez delante de tu casa yo quiero seguir caminando, esta vez té ves forzado a pararme, supongo que tienes que quedarte aquí, y con las manos aún en mis hombros me preguntas hacia donde voy, no tengo respuesta para ello, supongo que a la colina, digo, tú vuelves a preguntar que si quiero que me acompañes, y mientras hago que no con la cabeza se me escapan las lágrimas que esa tranquilidad había querido sostener cómo si de la presa de un río se tratase, me abrazas y sigo diciendo que no, pero no me separo.

Vaya uno para hablar de comunicación estoy hecho, cuando yo tampoco envío señales claras.