🎼|Capítulo 5.|🎼

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𝘖𝘯𝘨𝘢𝘬𝘶 𝘯𝘰 𝘏𝘢𝘴𝘩𝘪𝘳𝘢
Capítulo 5.
Hora de partir”

Para los hermanos Mahara, la semana transcurrió con normalidad, y de hecho, gracias a su buena suerte la cual estaba mejorando de a poco, la semana transcurría e iba según lo que ellos, o más bien la hermana mayor ya había planeado

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Para los hermanos Mahara, la semana transcurrió con normalidad, y de hecho, gracias a su buena suerte la cual estaba mejorando de a poco, la semana transcurría e iba según lo que ellos, o más bien la hermana mayor ya había planeado. Había llegado el día de despedie, quizá no con un frío “adiós”, sino un muy largo y más suave “hasta pronto” a aquellos tres demonios que muy amablemente los acogieron y cuidaron durante ese tiempo tan finito que ellos estuvieron ahí.

Sui se había esforzado muchísimo en esos días para conseguir dinero, trabajando en la calle en el pueblo cercano, haciendo lo que mejor hace, cantar. No era profesional, tampoco iba muy bien vestida, solamente usaba una capucha para no revelar su identidad ante nadie porque le daba más seguridad, pero sí es muy talentosa y eso, le ayudó mucho a conseguir dinero tras esos días.

Al amanecer, se levantaba muy temprano para caminar hacia el pueblo que siempre estaba lleno de mucho movimiento, desde la mañana hasta el anochecer. Ahí la gente parecía ignorar el hecho de que existían demonios, monstruos comehombres que no tenían ni el más mínimo interés de llegar a la paz, realizando toda clase de crímenes en contra de la raza humana. Pero bueno, me desvié del tema. Cada día, Shizuka, la demonio que los rescató y ayudó cuando ellos ni siquiera podían defenderse, peinaba a Sui todas las mañanas, ambas metidas en el sótano de la casa oculta que comparten con la señora Tamayo y Yushiro, asistente y a la vez pupilo, este como ya sabemos, tiene algo más de experiencia en el área de la salud y primeros auxilios que la joven Shizuka, pero esta divertida demonio sabía también defenderse en ese campo. Ay, disculpen, otra vez me desvié del tema.

En fin, la peinaba y preparaba para que la humana se fuera a trabajar como siempre, y después, se quedaba horas y horas enseñando a Sei, el adorable hermanito menor de Sui, a leer y a escribir, en compañia de Yushiro y Tamayo. En las noches, cuando Sui regresaba, proseguían dándole lecciones a ella, aunque de vez en cuando ella llegaba acompañada de un  herido por demonios para sanar. Tenían un sistema, pero así coexistieron en paz por varios días, llegando a desarrollar un apego por el otro.

Sí, iba a ser difícil separarse. Pero, tenían que seguir con sus vidas, buscar un lugar en el que empezar de nuevo.

Aquellos tres demonios, irónicamente,  cuando Sui y Sei fueron encontrados colapsados en el suelo, medio muertos y como una presa fácil, en vez de cometer aquel acto atroz y aterrador que por desgracia hace parte de su naturaleza, decidieron ayudarlos, y prepararlos en ese año que se quedaron con ellos, para enfrentar la vida y el mundo, puesto que, por decisiones de la mayor, ellos no podían quedarse el resto de sus vidas con ellos. En realidad, esto para ellos no los ofendía ni tampoco los molestaba, entendían que Sui quería una mejor vida tanto para ella como para su hermano, puesto que sabían que ella quería comenzar de nuevo y, superar el duelo de llorar por su familia seguramente fallecida y su confirmado difunto hermanito, gemelo de Sei.

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