Las dos caras de la luna.

8. Nuestra vida comienza a acomodarse.

Kara.

Kara y Saskia estaban entrando a la sala de espera VIP. La rubia iba a arreglar los chalecos a ambos perros, pero se dio cuenta que enfrente de ellas estaba Lena.

-Kara tenemos que hablar. Por favor- comentó la Neuróloga.

La abogada se puso sería, pero la ojiazul asintió. La rubia siguió a Lena alejándose un poco de Saskia, mientras Saskia se sentaba en el sillón de espera con ambos perros.

-Sé que hice mal en creer en James, sin comprobar lo que decía era cierto. Lamentó todo lo que te dije Kara. Deseó volver a su vida. No se vayan de National City- se disculpó con arrepentimiento la pelinegra, con una voz temblorosa, tratando de no llorar.

Kara asintió un poco nerviosa, ella amaba a Lena, a pesar de todo la amaba, aunque ahora amaba un poquito más a Saskia. Suspiró un poco y le respondió -Al principio pensaba no perdonarte. Pero, lo estás desde tiempo atras. Eso de volver a nuestra vida no depende sólo de mí. Saskia y yo decidimos que nuestra vida deseamos pasarla en Boston. Debes hablar con tu hermana. De ella depende si puedes estar con nosotras. - le sonrió nerviosa.

-¿Por qué elegiste a mi hermana? Yo te conocí primero Kara- preguntó dolida la Neuróloga. Kara se estaba poniendo nerviosa.

– Ella se interesó en saber sobre de mí, no sólo era sexo, tuvo el valor de preguntarme sobre mi pasado. No lo investigo con otras personas- observo nerviosamente a su alrededor -Lena, no sé si pensar que me estás pidiendo una disculpa porque tu padre te mando o realmente lo sientes- se rasco la nuca incomoda -No te preocupes, logré convencer a mamá y a Alex que se quede darán en el hospital Luthor. Ahora están en negociaciones con tu padre- contestó algo sería la rubia.

-No. Lo hago por qué lo siento de verdad. No quiero perderte. Ni a mí hermana- comentó llorosa Lena. Se sorprendió cuando sintió los fuertes brazos de Kara, no lo esperaba.

-No nos iremos a Boston por ti. Creo que necesito nuevos aires, cuando volvamos a National City te hablaré y podrás platicar con Saskia. Cómo dije no todo depende ahora de mí. Para que no te sientas sola te daré ahora a Oísin, ambos se necesitan- dijo besando la frente de Lena y limpiando sus lágrimas.

La pediatra caminó hasta donde estaba Saskia, tomó la correa de Oísin para llevarlo con Lena.

-¿Qué haces? Lo necesitas- comentó sería la abogada.

-No cariño, ahora Krypto puede moverse más. Sabemos que ambos se necesitan- le explicó regresando con Lena. Le entrego la correa, la pelinegra le abrazo y beso sus mejillas.

-Gracias Kara. Espero que pueda volver a su vida. Suerte en su viajé- comentó y luego se fue junto a Oísin que movía la cola feliz.

-Sigo pensando que no debiste darle Oísin. Apenas nos dieron su certificado de perro de servicio- comentó Saskia tomando la mano de la rubia. Kara le sonrió y beso a sus labios.

-Ella es tu hermana, cometió un error en creer en la persona equivocada. Oísin la extrañaba mucho. Yo te tengo a ti y a Krypto. Espero que cuando volvamos de este viaje, hables con ella. Es tu gemela y sé que la extrañas – explicó la pediatra peinando los cabellos negros de su novia.

Saskia asintió, se acercó a Kara a besarla.

-Vamos a Boston a encontrar nuestra nueva casa- comentó después de besarla, la jalo hacia donde estaba la puerta que las llevaría al Jet privado de Bruce Wayne.

... 

Habían llegado desde hace unos minutos a la casa de los Kent. Los gemelos las recibieron con emoción. Lois ya estaba acaparando a Kara preguntándole que deseaba de cenar, mientras Clark ponía las maletas de ambas en la habitación que ocuparían ambas.