"El monstruo-asesino"

1.4K 150 66
                                    

Jonathan.

Le indiqué el camino a Damian y me fui directo a clases, pasé rosando con mi manó los lockers y jugando a no pisar la línea, pero noté algo muy raro, muy pero muy raro y es que había bajado la velocidad de cuando antes venía, pero no recordaba porque venía rápido. 

Miré a mis alrededor y me di cuenta que estaba solo, es decir, no había ni un solo alumno, ¡ni una solo alma! 

Y pues me estaba dando miedo, parecían esas escenas en las que los protagonistas se separan y los matan...

¡Ahhhh! No quiero morir, no quiero morir, sé que no he sido completamente bueno. Fui yo quien le envió las cartas a Jason en nombre de Conner, por favor, no quiero morir. 

De la nada escuché un ruido como de un locker siendo raspado, por intuición, me alejé rápidamente de los locker y di un grito. 

Corrí y corrí, pasando los distintos lockers, ¿tantos habían? 

Traté de recordar que me tocaba pero se me había nublado la mente. 

Piensa Jonathan, piensa.

Hoy es lunes, ¿Cuál es la clase que siempre te aburré? 

Matemática, historia, química, comunicación, desarrollo personal y... bueno, todas. La única que se salva es autonomía, que prácticamente no hacemos nada. 

Concéntrate Johnny, concéntrate. 

La clase del lunes que siempre te aburré, en la que te duermes... y te ¡castigan por dormirte!

¡Biología! 

Ahí estaba, tenía clases de biología. 

Soy un genio. 

Corrí rápidamente al aula 4 de biología con el corazón en la mano. Al llegar iba a abrir la puerta, pero como todo niño educado, toqué la puerta indicando mi presencia como si un monstruo-asesino no me hubiera estado persiguiendo.

Puse mis manos en mis rodillas y respiré agitado, solo había corrido unos metros pero me había cansado, sumándole que probablemente me hubieran matado. 

Que un asesino serial o monstruo de persiga es agotador, y más aún pensar que clase toca. La puerta se abrió, dejando ver a la profesora Carla con el seño un poco fruncido. 

- Siempre es agradable verlo, joven Jonathan. Pero ¿Qué hace aquí? - Me preguntó amablemente mi querida profesora. 

No es que fuera mala, sino que a cada rato me castigaba, o sea, ahora no basta solo con venir al colegio, sino que también se debe de prestar atención. 

- No tengo todo el día, querido. - Me apuró. 

- Eh... vengo a... - No creo, ¡no me toca biología! ¡Me toca química!. - ¡Ver como está! - Exclamé, poniendo una pequeña sonrisa, rápidamente vi a los estudiantes que estaban sentados y sí... eran mayores que yo.

La maestra parecía que no me había creído y solo me comentó:

- Agradezco tu... tu... preocupación, pero anda ya a tu clase, vas tarde, ¿verdad? - Inquirió. 

Chale! Me había descubierto. Rendido y aceptando mi derrota, asentí levemente. Era mejor que me deje matar por el asesino.

- Ten. - Me dijo. 

Levanté la mirada a ver que era lo que me iba a dar y mi cara cambió al ver un pase para ir al baño. ¡Ahora no necesitaba la escusa de Conner!

Tendí mi mano para cogerlo e inmediatamente agradecí. 

¡¿Niñero?! - JonDami/DamiJon | EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora