. ☁︎ ࣪ . 𝗺𝘆 𝗽𝗿𝗶𝗻𝗰𝗲 ⋆ chanlix ‹3

𓈜 ✰ֹ ⸒ chapter VIII

Jisung apartó su mano, ya cansado de la actitud del menor de sus primos. Felix seguía dándole la espalda a Minho, sin querer verlo mas; le hartaba que hasta con gente viéndolos fuese tan grosero con él.

— Felix, ven aquí — Minho usó su voz de mando.

Felix volteó y se acercó a Minho, no podía controlar su lado sumiso, pero antes de que el castaño pudiese tocar a Felix, un gruñido los detuvo. Chan se encontraba totalmente furioso al notar que un alfa usó la voz de mando con su omega.

— No te acerques a él — Chan no retuvo su voz de alfa.

Minho frunció el ceño al notar como aquel azabache le estaba impidiendo poder tocar a su hermano. Chan se acercó a Felix y lo atrajo a él; sin dejar que Minho pusiese siquiera tocarlo. El azabache y el castaño se veían fijamente y Minho gruñó; ante esto, Felix lo único que hizo fue apegarse mas al cuerpo de Chan, el cual le rodeó la cintura con un brazo. El rubio tenía miedo, pero el aroma de café y menta que desprendía Chan lo calmaba, por lo que escondió su rostro en el pecho del mayor.

Todos los demás veían sorprendidos el cómo se comportan Chan y Felix, se veían exactamente como una pareja; Jisung ni siquiera sabia cómo se habían conocido ellos.

— ¿Y tú quién crees que eres para decirme qué hacer? — Minho reclama — Felix es mi hermano, puedo hacer lo que me plazca con él.

— Y Felix es mi pareja, así que no dejaré que te acerques a él — gruñó con fuerza el azabache, sorprendiendo aun mas a Jisung.

Minho frunció aun mas el ceño, y justo cuando se iba a acercar para darle un golpe a aquel alfa, la puerta se abre. El rey de Seúl y los reyes de Sydney entraron a la sala donde estaban los príncipes. El rey de Seúl se sorprende al ver a Felix escondido en el pecho del alfa azabache, mientras que los reyes de Sydney estaban confundidos de ver cómo el príncipe alfa de Seúl y el mayor de sus hijos se miraban con odio.

— ¿Qué pasa aquí? — pregunta el rey de Sydney.

— Este alfa quiere agredir a mi omega — aquellas palabras sobresaltaron a los reyes, sobre todo el que usara su voz de mando en las ultimas palabras.

— ¿Tu omega? No veo la marca en el cuello de mi hermano — gruñe de vuelta Minho mientras se acercaba mas a Felix y Chan.

El alfa azabache al ver como Minho se acercaba, rodea con ambos brazos a Felix, protegiéndolo de aquel alfa castaño que tanto daño le había hecho en el pasado al rubio.

— ¡Minho! — grita el rey de Seúl — ¡Aléjate de tu hermano y de Chan! — le ordena.

El castaño gruñe por lo bajo al saber que le debe obedecer a su padre y alejarse de la pareja. Los reyes de Sydney se acercan a Felix y a Chan, tratando de hacer que el azabache suelte al rubio, pero ninguno de los dos se querían separar; Felix tenía miedo y Chan tenía su instinto de protección, por lo que dejaron que ambos se quedaran mas tiempo, hasta que la noche cayó y les asignaron un cuarto a Chan y Felix.

Ambos ya estaban mas relajados, por lo que Chan se dirigió al baño de la habitación para poder ponerse su pijama y cuando salió, Felix le imito.

Ambos estaban nerviosos por dormir en la misma cama, desde que Felix llegó a Sydney no habían dormido juntos. Al acostarse, ambos tenían cierto espacio entre ellos; iban a procurar no acercarse mucho.

Chan despertó y el aroma a algodón de azúcar se podía sentir cerca; cuando abrió los ojos, pudo ver como el se encontraba rodeando con un brazo la cintura de Felix y como este tenía una pierna sobre su cintura. El azabache notó como Felix iba despertando e inconscientemente el omega se apegó mas al cuerpo del alfa, restregando su nariz en el pecho del mayor; Chan solo sonrió enternecido por las acciones del rubio, hasta que este se dio cuenta de la situación en la que estaban.

Felix subió la mirada, encontrándose con la sonrisa que Chan tenia en su rostro, ambos se iban acercando cada vez mas a sus rostros inconscientemente. Ambos cerraros sus ojos esperando aquel beso; pero antes de que sucediera, la puerta se abrió bruscamente, haciendo gruñir a Chan

— Ay hermano, perdón por interrumpir su ronda de sexo — la voz de Jeongin se escuchó.

— ¡Ja! Este chico me cae bien — ahora la voz de Minho se escuchó.

Chan al sentir el aroma del alfa castaño; simplemente agarra la sabana, cubriendo completamente el cuerpo del rubio mientras ponía mas fuerza en el agarre que tenia en la cintura del omega.

Minho sonríe con maldad, mientras se acercaba a la cama de la pareja y se acostaba del otro lado de Felix; mientras Jeongin nada mas para molestar se acostaba al otro lado de Chan, dejando a la pareja en medio de ambos alfas menores.

— Váyanse los dos de aquí — gruñe Chan, mientras abraza aun mas a Felix.

— Papá nos mandó a despertarlos — se excusa Jeongin.

— ¿A los dos? — pregunta con fastidio el mayor.

— Si, a los dos — responde Jeongin.

— Ya vieron que estamos despiertos, ahora váyanse — ordena el azabache.

— Oh no, los cuatro debemos llegar juntos al comedor para tomar el desayuno — Minho responde esta vez.

— ¿A qué hora es la boda? — esta vez pregunta Felix, aun debajo de las cobijas y contra el pecho del alfa.

— Creo que dijeron que era en la noche — responde el castaño mientras retiraba la sábana de su hermano.

Felix se sobresalta al sentir frío repentinamente y solo siente como Chan se voltea, por lo que ahora se encuentra sentado a horcajadas sobre el azabache.

— Uy, recuerden que aun estamos aquí — comenta Jeongin.

La puerta de la habitación es nuevamente abierta, y ahora quien entra son los reyes de Sydney junto el rey de Seúl. Los tres reyes se sorprenden al ver la posición en la que estaban Felix y Chan, haciendo que el rubio se sonroje y rápidamente se separe, cayendo ahora sobre Minho, quien gritó de dolor al sentir como su hermano caía sobre su parte intima.