Rengoku
El amor es como el fuego hermoso y llamativo pero peligroso que te podría comsumir, que sucedera cuando la heredera de la luna una respiración que se creía perdida aparece, una chica llena de dolor en su corazón que parece consumirla en la...
Narumi corrió a su casa por su uniforme de cazadora no podia ir en un kimono a matar demonios llegó a su casa y todos ya estaban acostados, se cambió y fue a dejar un beso en la cabeza de sus madres, cuando llegó con Uzui este de despertó y le sonrió a la albina
- Así que una nueva misión-
-Así es papá no se cuantos días dure así que dile a todas que las quiero y podrías cuidar mi finca en lo que no estoy-
-Claro que si mi pequeña y no olvides que tienes que contarme de tu cita con Rengoku y tu acompañante-dijo este abrazando a Narumi
-Cl-claro papá regresando te contaré todo, te quiero mucho no seas imprudente-
Y así la albina corrió a las afueras de la ciudad olvido por completo que tenía que llevar a alguna de las chicas a la cita como hacían las damas de la ciudad, regresando se ocuparía de ver como resolver eso, llegó a las afueras de la ciudad donde así como lo indicaba su búho se encontraba Obanai-San con los brazos cruzados y con el sueño fruncido
-Estas retrasada 5 minutos-dijo este mirándola con seriedad
-Lo siento es que tenía que cambiarme y tomar algunas cosas-
-No te disculpes eso no sirve de nada mejor pongámonos en marcha-
Empezaron a caminar bajo la noche estrellada, Narumi no podía de ver las estrellas que hace solo algunos minutos había podido ver con Rengoku.
-Puedo hacerte una pregunta Obanai-San-
-¿es muy necesario que la hagas? -
- un poco me gustaría saber si te desagrado somos compañeros y me gustaría que nos lleváramos bien-
- No me desagradas- dijo este mirando como la albina sonreía - simplemente no me gusta estar junto a las personas que hablan mucho-
La albina pronto quito la sonrisa que tenía hace algunos segundos
- Tomioka es igual a ti, si son iguales no entiendo porque se llevan tan mal-
-El y yo no somos parecidos ahora porque no mejor cuentas los árboles, hablas mucho y harás que algún demonio nos alcance-
Narumi rodó los ojos y empezó a contar los árboles, el pueblo estaba bastante lejos llevaban 4 días corriendo sin parar y aún no llegaban a él pueblo, decidieron descansar unos segundos antes de seguir. Narumi estaba recostada en el suelo mientras Iguro se encontraba arriba de un árbol. Narumi pensaba que el pilar estaba dormido así que decidió poner sus sentimientos en orden
-Vamos Narumi no puedes ser tan imprudente y lanzarte así contra Rengoku, no sabes que es el amor y ahí andas diciéndole en voz alta que te gusta, y si dijo que le gustaba solo por compromiso, pero que e hecho debí de llevar a Mitsuri conmigo para no hacer tonterías frente a Rengoku-decía Narumi mientras tomaba su cabeza para ocultar su cara de preocupación
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
