Rengoku
El amor es como el fuego hermoso y llamativo pero peligroso que te podría comsumir, que sucedera cuando la heredera de la luna una respiración que se creía perdida aparece, una chica llena de dolor en su corazón que parece consumirla en la...
Rengoku despertó y vio que Narumi estaba muy cercas de él su cabeza estaba en el hueco de su cuello, sonrió al notar que nada los separaba y ver que su brazo la estaba rodeando, le encantaba verla así tan tierna con su cabello todo desarreglado se veía tan frágil pero al momento de bajar un poco su mirada se dio cuenta de que no era así, estaba llena de cicatrices de su entrenamiento y de algunas misiones ella no era una muñeca a la que debería de cuidar pero aún así el daría su vida por ella.
Comenzo a acariciar el cabello de Narumi despacio para no despertarla pero esto no funcionó ya que la albina abrió los ojos lentamente sonrió al ver a su amado a su lado
- Lo bueno es que no querías dormir conmigo no - sonrió la albina juguetonamente señalando el brazo a su alrededor de su cintura
Rengoku se alejo y sus mejillas se pusieron coloradas al pensar en lo poco caballeroso que fue de su parte
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- Yo lo lamento no fue mi intención que... - decía rengoku mientras movía sus manos de un lado para el otro
- No te disculpes no me molesta a decir verdad-las mejillas de la albina también tomaron un tono carmesí - dormi mejor que cualquier otra noche-
Rengoku sonrió y se acercó a dejar un beso en los labios de la albina y se separó rápidamente sabía que si el beso llegaba a la magnitud que el de la noche pasada no se podría controlar
Narumi noto esto pero prefirió evitarlo le gustaba que el mayor de los Rengokus fuera así con ella, realmente era una llama ardiente, era el estandarte de lo que significaba ser un cazador
- Narumi, hermano despertaron- grito Senjuro corriendo hacia los jóvenes y abrazandolos - los vi tan dormidos que decidí hacer el desayuno-sonrió enseñando sus manos llenas de harina
- No debiste de molestarte Senjuro nosotros... Espera eso que huele es... - Narumi abrió los y los dos se voltearon a ver y corrieron a la cocina
Había algunos platos ya servidos solo que todo estaba quemado no se podía distinguir que fue lo que el pequeño había intentado cocinar
- Senjuro hermanito-Narumi puso una mano en el pecho del Pilar para detenerlo
- Se ve delicioso Senjuro, vamos a desayunar-Narumi le sonrió al pequeño para tranquilizarlo
Recordó una vez en la que ella también intentó cocinarles a sus hermanos y casi quema toda la cocina pero aún así ellos le sonrieron y se comieron lo poco que quedó jamás le dijeron nada sobre lo feo que sabía, realmente eran los mejores hermanos , al cabo de unos días Ume le enseñó a cocinar por si un día se casaba ella supiera cocinar realmente bien
Se sentaron en la mesa y los pilares junto al pequeño Senjuro este último estaba muy feliz de haber ayudado a los mayores a hacer el desayuno
Rengoku sólo podía pensar en cómo se veía Narumi con Senjuro, sería una muy buena mamá algún día y sonrió al imaginarla ahí junto a él con unos pequeños corriendo a su alrededor
