Cápitulo uno.

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Los anfitriones. 

_¡No tenemos tiempo! ¿Dónde están los hermanos Warner?
Todos los sirvientes estaban corriendo de un lado a otro por los pasillos del palacio. Algunos cargaban una pila de platos de loza con increíble equilibrio. Tenían mucho que hacer tratando de mantener todo perfecto; todas las alfombras tenían que estar perfectamente sacudidas, las copas perfectamente pulidas y los caballos cepillados. Esta noche recibirán la visita más importante que el reino haya tenido el placer de recibir y casi todo estaba listo, claro, exceptuando a los anfitriones. 
_ ¡Ralph! ¿Dónde diablos se metió Ralph?_ Tan pronto como la hipopótamo gritó su nombre el pobre hombre apareció corriendo hasta ella. 
_ Dígame señora _ saludó como si estuviera delante de un militar. 
_¿Dónde demonios están sus majestades?_ pregunto molesta la señora con las manos en su cintura. 
Ralph tragó antes de contestar, anticipando lo que vendría _ Los palomos dijeron que salieron corriendo por la puerta de servicio, señora... 
_¡¿Qué?! ¡Falta menos de doce horas para que el barco arribe y sus majestades no están en el palacio!_ la hipopótamo sudaba frío por el estrés, dirigió una mirada de enojo al policía y este dio un brinco por el miedo _¡Tú, haragán! ¿cómo permitiste que pasara esto? ¡Ve y traelos inmediatamente, rápido!   
Tan rápido como la señora terminó de gritarle, el oficial asintió con la cabeza y tomó su red. Salió corriendo del castillo dispuesto a capturar a los hermanos Warner.

En el puerto de Warnerstock arribaba un enorme barco, dentro viajaba una joven Reina, recién casada con su amado Rey. Los acompañaba sus dos fieles mosqueteros; un pato demasiado miedoso como para cargar con una espada y un perro bastante lento como para portar un uniforme. A pesar de todo, los dos eran los mejores en lo que hacían. 
El viaje fue largo, y todos a bordo contaban los minutos para tocar tierra. La Reina fue la primera en apresurarse a la cubierta y dejar que el viento del nuevo reino le acariciara la cara. Respiró hondo y miró emocionada el paisaje, todo era color verde, las casas tenían un diseño rústico pero para nada le restaba belleza. Sonrió satisfecha.   
_¡Al fin llegamos! Oh, estoy tan emocionada por conocer esta nueva tierra, debe ser tan maravillosa como dicen _ dijo la joven, sus ojos reflejaban el entusiasmo.
_ Llegamos demasiado pronto… espero no se presente ningún problema por eso, debimos avisar de nuestro anticipo _ respondió su dama de compañía colocándose a su costado. 
_ Ay Daisy, tan precavida como siempre. Velo como una linda sorpresa que les daremos, estoy segura que a los Warner no les molestara. Dicen que son jóvenes, seguramente son muy tranquilos. Ahhh, me emociona conocerlos..._ Daisy solo la miró con una sonrisa, dándole la razón.
Minnie pasó de ser una princesa a una Reina casada en un abrir y cerrar de ojos, pero se alegraba de saber que seguía siendo la misma chica sedienta de aventura por el mundo.  Por ello no dudó en aceptar la invitación del reino de Warnerstock para una visita. 
Hace dos años que este reino había pasado a las manos de sus legítimos  gobernantes y las cosas no hacían más que mejorar desde entonces, Minnie estaba ansiosa por conocerlos.
Colocaron la rampa y los Reyes comenzaron a bajar escoltados por sus mosqueteros. Los esperaba un hipopótamo bien vestido acompañado de sirvientes, estaba notoriamente nervioso.
_ Reina Minnie, Rey Mickey; es un gran placer darles la bienvenida al reino de Warnerstock..._ se inclinó ante ellos y los sirvientes lo imitaron _  lamentamos mucho no poder darles una bienvenida más adecuada, no los esperábamos hasta la noche… 
_ Nos disculpamos por eso, el viaje fue más rápido de lo que esperábamos _ se apresuró a decir Mickey con una sonrisa. 
_ Aún así estamos felices de estar aquí, hemos oído tanto de este reyno que no podíamos esperar para conocerlo _ agregó su esposa.
_ Nos alegra tanto oirlo, haremos que esta visita cumpla con sus expectativas _ Flavio los condujo hasta una elegante carroza que los llevaría hasta el palacio, cuando todo estaba listo para iniciar el recorrido se dirigió hasta los monarcas _ En la noche celebraremos el baile de bienvenida, ahí los gobernantes Warner tendrán el gusto de conocer a sus majestades. 
_Oh, eso sería grandioso _ contestó Minnie emocionada, su esposo sonrió estando de acuerdo. 
Tan pronto como el carruaje empezó a andar Minnie no despegó los ojos de la ventana, deleitándose de los paisajes coloridos del reino. Los pobladores que habían sido avisados de la visita, se colocaron en el camino que recorrería  la carroza, saludando alegremente a los gobernantes de Disney. Ellos corresponden el con una sonrisa.  
_ ¡Oh Mickey, esto es muy emocionante! _ dijo alegremente la Reina abrazando el antebrazo de su esposo _ Mi padre me contaba sobre sus viajes al reino de Warnerstock, me puse muy contenta cuando escuche sobre el derrocamiento de Salazar. Somos el primer país en visitarlo desde entonces, me entusiasma el imaginar una futura relación entre los dos reinos. 
_  A mi también querida, pero pensemos en los negocios después. Hay que concentrarnos en disfrutar de este viaje, es el primero que hacemos como esposos  _ Minnie le sonrió en respuesta y acomodó su cabeza en su hombro, disfrutando de su compañía.
_ ¡Esta será como su Luna de Miel, a-hyuk!_ comentó Goofy. 
_ Si es así, creo que muchos estamos de más aquí  _ dijo la patita refiriéndose a Goofy, Donald y ella.    
_ Pero para nada _ dijo el ratón con una sonrisa _ ¡los mosqueteros siempre estamos juntos! 
Goofy y Donald inmediatamente se contagiaron del entusiasmo y empezaron a hacer un alboroto dentro del carruaje. Minnie y Daisy se miraron y rieron. Hace cuatro años que ellas habían sido rescatadas por los tres y su vida había dado un gran giro. 
Cuando ella y Mickey empezaron a salir muchos se opusieron pues el ratón no era de sangre noble, claro que eso no podía importarle menos a ninguno. Cuando finalmente se casaron, inmediatamente Mickey fue coronado como Rey , claro que, mosquetero una vez mosquetero para siempre. Siempre se jugaría la vida para salvar a su amada Reina. 

El deseo de Max.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora