➭『Capítulo: 40』

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YoonGi notó que la llamada finalizó, guardó su celular sin apartar la mirada del menor. JungKook había escuchado todo, YoonGi colocó el altavoz cuando escuchó que NamJoon y JiMin hablaban.

─¿Estás bien? ─le preguntó. JungKook asintió mientras limpiaba sus nuevas lágrimas.

─Yo... Quiero ir y abrazarlo, decirle que estamos bien, que no me alejaré de su lado nunca pero también necesito tiempo ─sorbió su nariz─. No puedo ir de un día para otro fingiendo que no me duele y seguir con nuestras vidas ─ YoonGi asintió comprensivo.

─Tienes razón, bebé pero lo sabes ahora, JiMin te ama y se encuentra igual o peor que tú por esta situación ─ lo miró.

JungKook asintió colocando sus manos en su rostro mientras lloraba. Se sentía mucho peor ahora, escuchar a JiMin llorar y sentirse de lo peor (justo como él se sentía) lo hacía sentirse una mala persona por sus decisiones ¿Pero qué podía hacer? Él también salió lastimado y necesitaba tiempo para aclarar su cabeza que estaba pasando un caos en esos momentos.

─Kookie, tranquilizate un poco, tienes que ir a trabajar.

─Que se joda mi jefe ─ dijo. YoonGi lo miró con ojos muy abiertos.

─Pero...

─Tranquilo YoonGi hyung, estuve esperando mucho tiempo por este momento, si me despide seré feliz ─
sonrió un poco.

YoonGi sonrió estirando su mano para limpiar el rastro de lágrimas que habían quedado en su rostro y mejillas. JungKook sonreía pero se sentía mal por dentro.

─¿Quién irá por SunHee hoy? ─ preguntó el mayor.

─No se, le dije a JiMin que podía venir a verla pero no acordamos eso.

─Está bien, yo iré por ella, le llamaré a SeokJinie para que venga y no te quedes solo ─ JungKook asintió.

─Gracias, hyung ─se levantó de su cama para abrazarlo.

YoonGi sonrió y le devolvió el abrazo. Ser querido por las personas que quería, lo era todo. SeokJin y JungKook eran su esperanza y la razón por la que todos los días sonreía. Si algo le pasaba a el mismo se sentía preocupado pues no quería hacerles falta a sus menores en ningún momento, y al ser el mayor los sentía como sus propios hijos. Sus dos bebés.
Miró a JungKook una última vez, acercándose para besar su frente dejando un beso ahí.

JungKook le sonrió mirando como su hyung llevaba su móvil hasta su oído para llamar a su hermanito, SeokJin. Cuando terminó la llamada y después de usar su linda voz con el menor, colgó sonriendole a JungKook.

─SeokJin está en camino, iré a preparar algo, avísame cuando sea la hora de ir por SunHee ─le dijo. JungKook asintió.

YoonGi se retiró de la habitación del menor y caminó hasta la cocina.

Ese día cocinaría la comida favorita de sus bebés.

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─Lo siento, JiMin, fue un accidente ─ JiMin negó.

Sabía que NamJoon no era muy bueno con cosas de vidrio, o... Siemplemente no era bueno con nada frágil, todo se le caía de sus manos como si le quemasen o simplemente no quisieran estar ahí.

Se rio un poco al notar a NamJoon con el té derramado en su camisa y con un trozo de la taza en su mano mientras todo lo demás se conservaba en el piso haciendo un gran desastre.

Sonrió, no era la intención de NamJoon, las cosas simplemente le salían mal pero estaba feliz de tenerlo en esos momentos pues era muy sabio cuanto de consejos se trataba. NamJoon miraba la situación entre ángulos diferentes para al final hablar y hacerte entender su punto de vista. Siempre estaba ahí para cuando lo necesitaran, él era muy fiel a sus amigos, habían crecido prácticamente juntos.

Los cuatro se conocieron cuando iban en primaría con grados diferentes pero se hicieron inseparables, estudiaron en las mismas escuelas y tenían los mismos amigos, ellos simplemente nacieron para estar juntos. JiMin cuidaba de ellos a su manera. Demostrándoles muy poco pero de verdad amaba a esos chicos.

─Está bien, Nam, recoge todo y luego ven conmigo─
pidió. NamJoon asintió sonriente.

─¿Ya no quieres té? ─ JiMin negó.

─No me gusta el té, solo apresurate y ven ─ dijo. NamJoon se rio un poco.

JiMin miró a su menor que hacía lo que le pidió. Cuando terminó tomó una camisa del mayor y se acostó en la cama junto a él.

─¿Cómo vas con YoonGi? ─preguntó. NamJoon lo miró.

─¿No deberíamos hablar de ti? ─el mayor negó.

─Ya hablamos mucho de mí, ahora mismo me siento estúpido por llorar en frente de ti ─confesó. El menor negó.

─Está bien llorar, Minie, somos humanos, en algún momento de nuestras vidas pasamos por esto.

JiMin asintió y rápidamente le volvió a cambiar el tema. La verdad es que se seguía sintiendo mal por lo de JungKook pero si seguía pensando en él pasaría toda su vida llorando y no quería seguir haciéndolo.

─¿Entonces? ─lo miró en espera.

─Estamos bien, creo que le quiero pedir que sea mi novio ─ sonrió.

─¿Desde cuando ustedes...?

─No se cuando pasó, lo miré y sentí que mi estómago se revolvió pero no de mala forma, al contrario, me sentía bien con esa sensación. A la primera oportunidad le hablé, creo que desde ese momento quedé tonto por él.

─Se ve que le gustas tú también, tienes suerte, YoonGi es una buena persona, ama con todo su corazón a sus amigos. YoonGi tiene un gran corazón y si tú lo lástimas yo mismo te golpearé ─dijo. NamJoon se rio mientras negaba.

─No pienso lastimarlo, solo quiero estar oficialmente con él y presumirle a todo el mundo que estoy saliendo con una maravillosa y hermosa persona ─
JiMin hizo una mueca de desagrado pero sin sentirlo.

─Suenas cursi, uhh ─NamJoon estalló en risas haciendo que JiMin se riera con él.

Después de estar hablando sobre temas triviales NamJoon se tuvo que ir a su casa a darse una ducha ya que había pasado toda la tarde con JiMin acostados en la cama sin hacer nada. Se despidió del mayor diciéndole que al día siguiente volvería junto con los demás chicos.

JiMin aceptó y en cuanto NamJoon se fue caminó hasta la cocina. Miró en su Alacena, la última botella de alcohol se la había gastado con sus amigos en la última fiesta que hicieron. Suspiró y fue por su billetera.

Se dirigió a comprar cervezas o lo que lo hicieran olvidarse hasta de su nombre. Terminó de pagar y se dio la vuelta para regresar a su casa. Cuando llegó se dispuso a sacar algún aperitivo para que su estómago no se dañase por completo.

Abrió la primera cerveza y la dirigió a sus labios dándole un sorbo mientras pensaba en JungKook. La separó de sus labios e hizo una mueca al sentir el horrible sabor del alcohol.

Una lágrima cayó de sus ojos, la apartó y le dio otro sorbo más largo hasta acabarsela. Suspiró y abrió la otra.

Esa noche sería larga..

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Papi «JIKOOK»⑴ ┇ AdapDonde viven las historias. Descúbrelo ahora