➭『Capítulo: 33』

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JiMin besó una última vez a JungKook para ahora dirigirse a su casa, se ducharía y luego iría al encuentro con su ex para al fin terminar con eso, tomar a JungKook y llevar acabo sus anteriores planes a futuro con él y SunHee.

Se apresuró a llegar, mientras más rápido llegara más rápido terminaría con el asunto de su ex. En cuanto estuvo en su casa se dio una ducha, se arregló elegante pues llevaría a JungKook a un buen restaurante después.

Se dio una última mirada en el espejo, sonrió un poco, se veía bien y estaba contento con la elección que hizo Namjoon, ya que él lo había ayudado a escoger su ropa. Estaba seguro que a JungKook le gustaría.

Salió de su casa para tomar un taxi que lo llevaría hasta el lugar donde ya lo esperaba su ex-novio. Cuando el auto aparcó en frente de la cafetería, pagó y bajó para caminar al lugar y entrar. Ahí lo miró, el chico que una vez lo hizo suspirar y sonreír todos los días. Se veía guapo y cambiado, él era alto, su cabello era castaño tirando a rubio, su vestimenta era la adecuada, resaltaba su color de piel y su bonito cuerpo.

El chico alzó la mirada al sentirse observando, en cuanto miró a JiMin se puso de pie con una sonrisa corriendo hasta él. JiMin no reaccionó, se dejó abrazar. Cuando el chico se separó de su cuerpo le sonrió grande mientras miraba el rostro de JiMin, luego se acercó y besó su mejilla dejando sus labios un poco más en esa zona.

JiMin sintió que le quemaba, la herida todavía no estaba cerrada del todo y reencontrarse con su ex lo empeoraba pues él fue el hombre al que JiMin pensó que amaba y algunos recuerdos dolían.

─Me alegra que estés aquí, no sabes cuanto te extrañé─ tomó su mano y lo arrastró hasta su mesa.

─ Young Soo, es mejor que nos apresuremos, tengo algo importante por hacer ahora mismo ─ le dijo. El chico soltó su mano tomando lugar nuevamente en la mesa donde esperaba a JiMin.

─ Está bien amor, seré rápido ─ rodó los ojos.

JiMin ignoró ese mote para nada alegre para él y se quedó callado esperando a que el chico hablara, este al fin lo hizo, contándole su ida a Londres para tener una mejor vida donde por supuesto conoció a un gran psicólogo que lo ayudó con sus problemas mentales. O bueno, eso fue lo que le contó a JiMin.

─ Una gran historia, no me esperaba menos de ti, del gran Young Soo ─ dijo sarcástico.

─ Gracias, amor ─ le sonrió creído.

Ese era uno de todos los defectos que tenía Young Soo, con su cara y cuerpo bonito estaba acostumbrado a salir con hombres mayores a él que lo consentían y le daban todo lo que el niño quisiera, entonces era un poco creído, claramente tenía dinero para gastar en todos sus lujos.

Pero aún así JiMin lo amó porque él supo mirar las cosas buenas que Young Soo tenía para dar y se quedó con todo eso, con todo lo bueno del chico, es por eso que nunca le importó que hiciera rabietas como si de un bebé se tratase al no poder comprar el celular más reciente o cuando simplemente se encontraba con chicos más atractivos que él.

JiMin prefirió quedarse con el chico lindo, el divertido, el que cuando llegaban del trabajo después de un día difícil solo se acostaba con JiMin y lo llenaba de besos o caricias hasta que los dos se quedaban dormidos o ese que en las mañanas no le preocupaba si su cabello estaba muy alborotado o si no lucía tan atractivo con su pijama. JiMin se quedó con el Young Soo humilde, el tierno y agradable chico.

─ Entonces... Está bien, acepto tus disculpas, me alegra que estés mejor ahora. Pero me tengo que ir ─
se puso de pie.

─JiMinie, espera ─ usó su voz seductora y aniñada.

─ Me dijiste que cuando te perdonara me dejarías ir, ya te perdoné y es hora de que me vaya... Buena suerte con tu nueva vida en Seúl, hasta nunca ─ le sonrió para retomar el camino a la salida.

─ Se lo que dije pero por favor, espera un poco más, necesito contarte tantas cosas─ lo miró con súplica.

─ Bien pero después de esto me dejarás ir─ dijo. Young Soo asintió.

JiMin volvió a tomar lugar, se quedó a escuchar todo lo que Young Soo tenía para contarle. Escuchó varías de sus anécdotas como la de su primer día en Londres donde no entendía el idioma pero se comunicaba con señas y con el poco inglés que sabía. Luego le contó como conoció a su psicólogo personal, JiMin lo escuchó divertido pues sus historias eran realmente divertidas.

Al cabo de unos minutos JiMin se encontraba sonriendo mientras lo miraba hacer sus típicas expresiones o sus movimientos de manos a la hora de explicar algo. Todavía se sentía con dolor pero tenía que admitir que se estaba divirtiendo, sin duda, parecía que las heridas nunca existieron.

─ Me alegro por ti, lo bueno es que supiste como regresar sin tener que preguntarle a nadie más ─ el chico asintió.

─ Así fue, JiMinie, gracias ─ le sonrió.
El celular de JiMin sonó, contestó al notar que era una llamada.

(Al teléfono)

¿Dónde estás, JiMin?
JungKook piensa que lo dejaste plantado.

─No, claro que no, tuve un retraso en el camino, enseguida voy.

─Bien, no te tardes mucho, JungKook se comienza a desesperar.

Lo siento, ya voy.


La llamada terminó, maldijo para luego ponerse de pie. Young Soo siguió su acción levantándose junto a él.

─ ¿Qué sucede? ─ le preguntó.

─ Me tengo que ir ahora. Me da gusto que hayas regresado, bienvenido de nuevo a Seúl ─ dijo rápido.

─ Espera, gracias a ti ─ le sonrió.

─ Me voy ahora ─ se dio la vuelta para irse pero Young Soo lo tomó de su brazo para hacerlo regresarse.

JiMin lo miró sin entender, él se acercó rápidamente a JiMin para unir sus labios. JiMin no correspondió pero tampoco lo apartó. Cuando Young Soo se alejó solo lo miró una última vez y salió corriendo del local para pedir un taxi.

En todo el camino se la pasó serio, ese beso lo había dejado helado, se sentía muy mal pues con JungKook lo estaban intentando porque realmente se atraían pero también se sentía fuera de sí, molesto con él mismo por no separar a Young Soo de sus labios.

Pagó por los servicios del taxi y corrió hasta la puerta de JungKook. YoonGi lo recibió con el ceño fruncido, dejándolo entrar, el mayor luego se encargaría de reprocharselo. SunHee corrió a los brazos de su padre y ahí se quedó hasta que JungKook apareció por la puerta de la cocina.

─ Pensé que no vendrías ─ le confesó y corrió a sus brazos.

YoonGi se llevó a SunHee de nuevo a su habitación dejando a la pareja a solas.

─ Lo siento, Kookie, me atrasé un poco ─ dijo. JungKook le sonrió y besó sus labios.

Claramente JiMin le respondió pero cada vez se sentía más culpable, no debería haber ido al encuentro con su ex y menos en el cumpleaños del chico que lo traía loco.

─ ¿Nos vamos? ─ preguntó. JungKook asintió, avisando que ya se irían, escuchando la respuesta de YoonGi.

Salieron y JiMin entrelazó sus manos, irían en el auto de JungKook para ser más rápido.

JiMin conduciría pues en el cumpleaños de JungKook él se tenía que dejar consentir.

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Papi «JIKOOK»⑴ ┇ AdapDonde viven las historias. Descúbrelo ahora