Capítulo 21: Reiniciando relaciones

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21-Reiniciando relaciones

**Sen**

Levanto la cabeza de mis apuntes cuando el timbre avisa el fin de clases haciéndome cerrar los ojos y sonreír. Apenas pierdo tiempo en recoger mis cosas, guardarlas en mi mochila negra con la emoción tatuada en mi cuerpo y salir al pasillo de la academia por donde otros compañeros y compañeras caminan charlando entre ellos.

- ¡Sen-kun! - me detengo al ver venir a dos compañeros con los que he hecho buenas migas estos meses desde que empecé a estudiar y les sonrío contagiándoles el gesto.

- Nos vemos esta tarde en el bar, ¿verdad? – asiento moviendo la cabeza y otro de los chicos me mira entusiasmado.

-No sabes las ganas que tenemos de conocer a tu chico- río brevemente al oír eso y saco mi teléfono móvil igual que ellos para apuntar la hora en que quedamos.

-Ya os he dicho que mi novio no es como los vuestros. -

-Por eso nos morimos de ganas de verlo, cariño- no puedo evitar volver a reír ante los aspavientos que hacen. Demasiado afeminados a veces lo cual provoca miradas que matan a nuestro alrededor, pero las ignoro. Para los únicos chicos gays que hay en la academia y nos hablamos, tampoco me voy a poner exquisito.

Cuando salgo por fin de la academia, miro a mi alrededor, distinguiendo a varios familiares que esperan para recoger a otros compañeros y poso mis ojos directamente en el hombre que está más apartado de los grupos, apoyado contra una farola, vestido de cuero negro haciendo que me muerda el labio inferior de solo contemplarle. Corro hacia él llevado por la emoción y le abrazo restregando mi rostro contra su pecho mientras él acaricia mi cabello sin llegar a despeinar mi coleta. Todos alrededor se preguntan si es mi padre, mi tío, o algún familiar siempre. Creo que, si llegaran a vernos como lo que somos realmente, pondrían el grito en el cielo, pero me da igual. Yo soy feliz.

-Esta tarde he quedado con mis amigos ¿recuerdas? - agarro su mano mientras andamos y él entrelaza los dedos con los míos haciendo que mi corazón palpite con más fuerza. –Ya sabes que están muy pesados en el tema de conocerte-

-Hoy salgo más tarde de trabajar, pero intentaré llegar a tiempo- le sonrío casi dando saltos al oír eso y él mantiene su pose estoica y tan varonil que me encanta. Ir de la mano andando con él, sentir su respiración ronca a mi lado, ver cómo me mira a través de sus gafas oscuras de sol...no tiene precio. Dioses, estoy tan enamorado que nada malo me sorprende o afecta. Mientras pueda estar a su lado...lo demás carece de importancia.

Decidimos detenernos en un puesto rápido de ramen para comer cerca de la empresa de mudanzas en la que él trabaja. Sé que se desloma currando como una bestia para poder pagar el alquiler del piso en el que estamos, por no hablar de las facturas que aún debemos del hospital en el que estuve ingresado hasta hace un mes. Tuve un accidente de moto hace seis meses casi y no recuerdo nada de lo ocurrido hasta entonces. Sólo sé que, al despertar, él estaba a mi lado de rodillas frente a mi cama, restregándose la cara angustiado y suplicando que su "dios" no me dejara morir. No sé explicarlo, pero, aunque no le conociera de nada, sentí algo en mi interior, un presentimiento cargado de emoción que me hizo quererle automáticamente. No sé si las cosas del destino son ciertas, pero, en esta ocasión, yo...lo sentí. Que ese hombre que lloraba a mi lado mirándome con sus brillantes ojos negros, era mi destino. El amor de mi vida.

-Te esperaré en el bar ¿vale? No trabajes mucho...- me despido de él una vez hemos terminado de comer y tiro de su chaqueta viendo como eso le sorprende hasta que le pongo un gesto picarón incitándole a inclinarse y rozar sus labios con los míos suavemente. Eso me hace reír y él profundiza más el beso tocándonos dentro de nuestra boca la punta de nuestras lenguas de forma lenta y caliente. Dioses...me correría sólo con otro beso así. No hemos llegado a más que besarnos o acariciarnos desde que me dieron el alta y creo que tiene miedo de hacer algo que no me guste, aunque yo en el fondo quiero tener sexo con él. Sí. Quiero intentarlo.

GOMORRA: "Castigo y Lujuria"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora