Vold: Resurrection #1

VIII. Corazones y Espinas

Levanto mi cuerpo de la cama y suelto un suave quejido, el entrenamiento de ayer en verdad me exprimió completa. Me levanto de la cama después de unos segundos, encaminándome hacia la ventana y abro las cortinas, al mirar por la ventana y observar el paisaje exterior veo como las hojas anaranjadas y amarillentas de los arboles cubren los caminos del Instituto. Han pasado dos meses desde mi llegada a la residencia Vold y al instituto, con eso poco a poco me e acostumbrado a la vida en este lugar, no por completo pero he logrado adaptarme. A su vez el dolor en mi pecho disminuyo un poco, no mucho, pero lo suficiente como para no llorar todas las noches. Las pesadillas disminuyeron tambien junto al dolor, poco a poco me siento con mas energía. 

Empiezo a caminar hacia la puerta de mi habitación, escuchando los diversos pasos en el pasillo. Abro la puerta, al empezar a caminar hacia el baño noto como las placas de las habitaciones de mis amigos aun tienen las marcas que les hicimos, sonrío al recuerdo volver a mi mente; ese día logramos dominar la patada lateral, incluso logramos recibir una felicitación de Vitaliy y pudimos lastimarlo un poco. Ante ese logro en celebración decidimos que, con cada técnica que logremos dominar, le haríamos una línea en horizontal a las placas que están en nuestras puertas, ahora mismo tenemos tres en cada una de estas, exceptuando a Elinor quien tiene cuatro.

Entro en el baño y mi vista viaja alrededor de la habitación, no ha cambiado mucho, logramos formar una organización sobre nuestras pertenencias de baño, en un estante de cuatro gabinetes que está en la esquina derecha del baño, cada uno tiene un gabinete. Estante que le pedimos a Vitaliy con una excusa. Al acercarme al espejo en el centro me observo fijamente, noto como mi cara logró volver a su color natural, mi piel ahora con su color moreno normal, supongo que la recuperación de dos meses si dieron frutos.

Al empezar a despojarme de mis ropas noto los cambios más notorios en mi cuerpo, he aumentado de peso, Kim y Miguel prestaron mucha atención a mi alimentación al notar lo delgada que estaba, dándome porciones de su propia comida. Mi mirada viaja por mis brazos, músculos han empezado a aparecer en ellos por las flexiones rutinarias que Vitaliy nos ha obligado a hacer, son leves pero si flexiono mi brazo se notan más. Mi vista viaja a mi abdomen, los músculos en ellos se han marcado formado suave un four pack, los toco suavemente y río, nunca pensé en ver a mi cuerpo así. Así de musculoso, me encanta. Mi vista viaja hacia mis piernas, las cuales están más tonificadas y libres de heridas, respiro profundamente y entro en la bañera.

Cierro mis ojos al sentir como el agua caliente envuelve mi cuerpo, mis músculos se relajan dejándose llevar por la sensación de satisfacción, sonrío suavemente mientras mi mente se pone en blanco. Juego con mis dedos mientras agudizo mi oído en busca de alguna conversación, estas habilidades sobrehumanas últimamente se han vuelto bastante útiles a la hora de escuchar las charlas de los demás, cosa que tambien me ha vuelto mas curiosa de lo normal. 

Ruedo mis ojos al no encontrar nada y continuo con mi baño, minutos después al ya secar mi cuerpo de agua empiezo a vestirme, hoy tenemos entrenamiento a primera hora a lo por lo que opto por ocupar ropa deportiva. Termino de alistarme, ocupando un sujetador deportivo lavanda y leggins rosa cortos, la ropa corta siempre me a ayudado a moverme y ahora aún más al entrenar defensa personal. 

Empiezo a cepillar mi cabello con mi peine, este mismo a recuperado su brillo y su color natural, un café oscuro. Termito y lo ato en una coleta alta, salgo del baño mientras cubro mis hombros con una sudadera gris y llego a las escaleras.  

Al llegar al primer piso me encamino a la cocina, Elinor cocinando mientras Miguel saca la basura, bostezo y les saludo con un gesto con mi mano derecha.

—Se nos está acabando la comida.— Anuncia la chica rubia mientras suspira, Kim nos mira preocupado.

—Quizás si le hablamos a Vitaliy sobre esta situación..— sigue hablando ella mientras deja caer la comida en los platos. Miguel le da una mirada de advertencia, hablarle a él sobre esto no están en los planes.