Cada uno de nosotros carga al menos cuatro bolsos, escuchamos como gritos de diferentes personas empezaban a rodear la casa. El miedo se instala en mi pecho. En un intento de alejarnos corremos al patio trasero. Este totalmente bloqueado por la cerca de dos metros.
—¡¿Qué mierda hacemos?!— Jun Kim posiciona sus manos sobre su cabeza, golpeando la misma intentando pensar mientras que su voz se eleva.
Mi mirada viaja hacia las tablas de madera que conformaban la cerca que rodeaba la casa, rápidamente me dirijo hacia allí y pateó la madera, las tablas crujen un poco antes de doblarse. Respiro profundamente y le doy otra patada a la cerca, creando un agujero en la misma mientras la madera viaja por los aires.
Los dos ven el agujero, el cual es lo suficientemente grande para pasar, y se dirigen rápidamente hacia el. Las sirenas cada ves mas fuertes y creo escuchar un vehículo mas grande que un auto llegar.
Miguel es el primero en pasar por el agujero y empezar a correr hacia la calle, seguido por Jun Kim quedando yo como última. Doy vuelta mi cabeza y veo como los policías empiezan a entrar a la casa y a rodearla, acelero el paso mientras rezo que no se den cuenta de que escapamos. Al menos hasta que ya nos hayamos alejado.
—¡Los sospechosos han escapado! Repito, los sospechosos han escapado por la calle Bernardo O'Higgins!
Maldigo por lo bajo y Miguel suelta un chillido suave, empezamos a correr más rápido mientras escuchamos a las patrullas acercarse, después de unos largos minutos corriendo logramos entrar al bosque, seguimos corriendo y noto como poco a poco mi respiración empieza a cortarse, poco a poco mi visión empieza temblar, cuánto tiempo hemos estado corriendo?
Cuando las sirenas dejaron de escucharse empezamos a detenernos, mis piernas ya no daban para más, sostengo mi cuerpo con mi antebrazo en un árbol para crear un soporte, jadeante mientras gotas de sudor caen por mi cara y espalda. Los demás tampoco estaban en un mejor estado, Kim se deja caer de rodillas en el suelo mientras jadea intentando recobrar una respiración normal, Miguel pierde el paso y cae de trasero en el césped; su cara empapada en sudor. No es la cantidad de tiempo que corrimos lo que nos dejo en este estado, fue el miedo, sentí como un sentimiento abrazador me envolvía y ocupaba mis habilidades al máximo, arrastrando a mi cuerpo al borde del colapso. Odio ser perseguida. Pero, quizás los Vold son mas rápidos que los autos.
Después de unos minutos logramos volver a la normalidad, seguimos con nuestra caminata en silencio, no teniendo la energía suficiente para hablar entre nosotros. Al ya ver la silueta del muro que rodeaba el instituto empezamos a caminar más rápido, nuestros cuerpos ya no da para más, los bolsos sobre nuestros hombros sintiéndose con más peso con cada paso, quemando la piel que tocaban por el cansancio. Aun jadeante llegamos a el muro y suspiramos, tenemos que saltar el muro de nuevo junto a los bolsos.
—Sabia que los Vold eran impulsivos—Una persona aparece a nuestra derecha, su tono de voz siendo burlón.—Pero escaparse del Instituto? Eso no me lo esperaba.— Ríe un poco mientras aplaude con sus manos. Mi ceño se frunce al reconocer la persona que apareció.
—¿Calvin? ¿Qué haces aquí?—. Miguel habla, su respiración entrecortada apoyarse contra la pared mientras observa con confusión y aborrecimiento al chico.
—La verdadera pregunta es, ¿Qué hacen ustedes aquí?—. Enfatiza la palabra ustedes, lo observo de arriba hacia abajo, no hay mucho que destacar además de el monóculo que descansaba en su ojo izquierdo. Ridículo.
—No es asunto tuyo Calvin— Jun kim habla mientras se prepara a saltar el muro, me encamino al muro tambien pero él me bloquea el paso, posicionándose en frente mío. Frunzo el seño nuevamente.
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Vold: Resurrection #1
Fiksi Ilmiah«Este libro cuenta con escenas explicitas y sangre. Leer bajo tu propio riesgo» Todos conocen las típicas historias de cuentos de hadas, donde la protagonista logra salvar al mundo y es alabada como una heroína. Bueno si estas buscando eso es mejor...