Perfecta obsesión - Lectora x Kageyama (Yandere)

13

-"Así que tu eres la famosa (T/n), mm?"

Oiste la voz de una mujer y volteaste a verla, cuando hiciste eso ella hizo una leve mueca de susto y a la vez preocupación.

La observaste y notaste el parecido con Tobio.

-"Eres Miwa?" preguntaste

-"Si... Tobio me habló bastante de ti... Mm... Lamento mucho lo que te ocurrió... No pensé que había sido tan malo..."

-"Mi cara se ve tan mal como para que te asustes así?" reiste levemente

-"...Lo siento..." se disculpó por su reacción

-"No te preocupes, no pasa nada... Gracias por dejar que me quedé..."

-"No hay de qué, se ve que le agradas mucho a mi hermanito... No ha tenido un buen amigo en un tiempo..." mencionó sentandose a tu lado mirando tus heridas "Puedo ayudarte con eso, se ven bastante mal... Se pueden infectar"

-"Te lo agradecería mucho" dijiste en una leve sonrisa

A lo cual ella te la devolvió y se levantó para ir a buscar el kit de primeros auxilios que tenían en la casa, para luego regresar y empezar a sanar, de manera correcta, tus heridas.

Aún seguían tal cuál como habían quedado, ya que no habias permitido que nadie te toque, y de alguna manera habían entendido el porque de tu reacción, después de todo acababas de huir de una situación de abuso.

Ahora estabas más tranquila, permitiendo que traten tus heridas de mejor manera.

-"Dónde está Tobio?" decidiste preguntar por curiosidad

-"Él fue a buscar tus cosas, dijo que tenía permiso, y que no quería que tu hicieras mucho esfuerzo físico..." Miwa respondió enfocada el vendar tu brazo "Y creo que tiene razón... Si hicieras demasiada fuerza, tus heridas se podrían volver a abrir... Algunas son muy profundas... Cómo fue?..."

-"Un cinturón... Fueron hechas con un cinturón..." respondiste antes de que acabará la pregunta, ya sabiendo que quería saber

Por un rato hubo un silencio incómodo entre ustedes dos, pero se acabó cuando escucharon la puerta abrirse.

Era Kageyama que llegaba con dos maletas y una mochila.

-"Logré traer todas tus cosas" comento entrando y llevando las maletas a su cuarto

-"Muchas gracias" le dijiste cuando pasó a su lado "Y también a ti Miwa" agregaste mirandola "Por curarme..."

-"No hay de que, no te esfuerces demasiado, si?" dijo y luego miró la hora "Ya debo irme- o llegaré tarde al trabajo. Por favor, cuida bien a Tobio, si?"

Te quedaste un momento silencio mientras la mirabas.

-"Si, lo cuidaré bien, no te preocupes" dijiste finalmente

La viste susurraste un gracias mientras iba al cuarto de Tobio para ir a despedirlo antes de irse al trabajo.

Realmente sus padres no están en todo el día... No los he visto siquiera aún...

Pensaste viendo una foto familiar colgada en una pared, viendo a los padres y hermanos en la misma, aunque ninguno de ellos se veía demasiado feliz.

-"(T/n)-San" Kageyama dijo detrás de ti haciendo que te sobresaltes por su repentina aparición "Sé que debes reposar, pero... Podrías verme prácticar al menos?" preguntó con algo de pena, tenía una pelota de volley en manos y sus ojos miraban el suelo

-"Claro que si, no me va a hacer daño verte" dijiste leve levantandote de tu asiento

Lo seguiste hasta el patio de su casa, no era tan amplio como el que tenías en la tuya, pero parecía que de todas maneras Kageyama se podía arreglsr con el espacio que tenía.

Más que nada practicaba contra la pared de aquel lugar, notabas lo fastidiado que estaba de su poco espacio y límite de movimiento.

-"Es genial que de todas maneras practiques aquí, y así" dijiste intentando animarlo "De alguna manera eso te da más habilidades, más capacidades, mejor medición de tu alrededor"

-"Siempre sacas algo bueno de cualquier situación... Siempre logras decirme algo que me anime... " comentó él

-"Me alegra que pienses eso" dijiste en una leve sonrisa

-"Pero y qué hay de ti?" sujetó la pelota mientras te miraba "Nunca haces eso... Contigo..."

-"Si... Lo sé" rascaste tu nuca y lo miraste de reojo "Quieres platicar un poco? Ven" palmeaste en el lugar a tu lado

Él dejó la pelota en el suelo y fue a tu lado a tomar asiento.

Era algo a lo que ya se habían acostumbrado.

Hablar juntos.

Pero quizás no sea la mejor combinación.