ㅡ ¡Los mejores colores son los que me haces sentir, hyung!
태규 | donde Beomgyu padece
"Acromatopsia" de nacimiento
y a pesar de no tener cura, Choi
empieza a sentir aquellos
colores al ver a...
El círculo cromático está lleno de diferentes tipos de matiz, luces y tonos que en conjunto, crean lo que es mundialmente conocido como los colores.
Cuando percibimos un objeto, dependiendo de la luz y como esta se refleje en el, variará la forma en que vemos su color, como, por ejemplo, el de las flores azules en un campo, el sol emite todos los colores, pero específicamente el color azul es el que los pétalos reflejan, y nuestro ojo lo percibirá de aquél tono.
En pocas palabras, es como si esa cosa que visualizamos en cuestión tragara todos los colores posibles, dejando solo uno ㅡo unos cuantosㅡ que terminarán dándole ese característico color a dicho objeto al reflejarlo y nuestra visión captarlo.
Por eso mismo el ser humano se refiere a los colores de la escala monocromática como la ausencia de luz: el negro. Y respectivamente, el reflejo de todos los matices: el blanco.
Eso, de manera resumida, es de lo que se trata un color, de los cuales estamos rodeados en este mundo, una extensa cantidad de tonalidades que gracias a nuestra vista la cual trabaja de una manera espectacular, podemos ser capaces de percibir y sentir.
Pero a veces, nuestros ojos de los cuales tanto confiamos y dependemos, también fallan.
Dentro de la córnea de nuestros ojos, existen diferentes grupos de conos y bastones que ayudan específicamente a poder visualizar el mundo que nos rodea de la manera correcta. El margen de visión humano, a pesar de ser limitado en comparativa con otras especies, se puede considerar amplio.
Pero, dependiendo de cada ser humano, este puede disminuir, ya sea por poco o mucho.
La palabra daltonismo no es nada nuevo en el vocabulario de muchas personas. Es un padecimiento que podría incluso considerarse común, en el cual dicha persona que lo padece, es incapaz de ver uno o dos colores primarios, afectando su visión general de todo lo que nos rodea.
Pero, por otro lado y un poco más difícil de poseer, existe la acromatopsia.
Y para la tristeza de muchos, Choi Beomgyu padece de aquella malformación hereditaria de nacimiento.
La acromatopsia daña al individuo que la posee impidiéndole ver los colores gracias a la falla parcial o completa de bastones y conos en la parte interna del ojo. En la mayoría de los casos, no solo viene con este padecimiento, si no que también impide a la persona ser expuesta a luces fuertes o repentinas debido a que terminará por lastimarle.
Tristemente, la vida de quien vive con esta condición se trata de una película a blanco y negro, siendo solo capaces de observar una escala de grises sin vida, incapaz de generar una emoción en él, ya sea positiva o negativa.
Aquel chico de once años lo sabía muy bien, y a pesar de querer ser capaz de aunque sea ver un color, solo uno, no podía hacerlo. Sus ojos no estaban hechos para percibir el bonito azúl del oceano, el brillante y amarillo de un girasol, o el verde de las plantas en su jardín.
Y claro que Beomgyu estaba envidioso de los demás porque ellos podían hablar y vivir algo que el nunca sería capaz de siquiera imaginar.
Quería dejar de vivir aquella vida en tonos blancos y negros, que finalmente pudiera ser capaz de ver realmente lo que estaba ahí, más aún cuando su mamá le explicaba todo lo que esos colores te hacen sentir, la tranquilidad de los naranjas en otoño, el celeste frío de invierno, o los morados de una noche estrellada.
Deseaba conocer todos y cada uno de ellos.
Pero, nunca podría. Y tristemente para un pequeño niño que apenas había vivido, terminó por resignarse a que nunca vería la luz como los otros de su edad.
Más bien, no podría siquiera soportar lo mismo, menos cuando estaba constantemente pegado a esos lentes que lo ayudaban a evitar las luces fuertes, ya que estas podían lastimar su sensible vista.
Eventualmente, al crecer, terminó por resignarse en que por más que llorara su vida no cambiaría. Sus bonitas pupilas de tono azul claro serían incapaces de ver el mundo que lo rodea de manera perfecta.
Y que por mas que se lamentara, no, no era su culpa.
Cuando las clases de arte en verano llegaron, Beomgyu llegaba corriendo a casa para alcanzar los brazos de su madre recién esta le abre la puerta.
"Mamá, ¿Cómo es que lo voy a hacer? No puedo verlo, no puedo ver el círculo cromático" murmuró el niño con los ojos llenos de lágrimas, estaba horrorizado.
Tristemente, el nunca vería los colores como los demás.
O bueno, eso pensaba, hasta que Kang Taehyun llegó a la escuela.
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