🥀💕I hate this love!💕🥀 [Hyunmin/Seungjin]

03

- Cariño... Seungmin, cariño, no llores - consoló el padre del pelinegro mientras esté cubría su rostro con ambas manos, callando sollozos y ocultando lágrimas -.

- Hyunjin, dios mío, ¿Qué crees que haces? ¡Discúlpate! - regañó la señora Hwang a su hijo -.

- No lo haré, que no sea tan idiota.

- ¿Y tú no eres idiota?¡Eres peor que idiota, Hyunjin!

- Bien, no me comprometas con él entonces, sencillo.

- Hyunjin... Comprende que es por tu bien, en un tiempo lo entenderás, mientras tanto, compórtate - dijo de forma comprensiva y dura -.

- Ajá - rodó los ojos -.

- Señor Kim, lamento el comportamiento de mi hijo, solo no aprueba la homosexualidad y se pasa de listo a veces.

- No se preocupe, él es igual, solo es un poco sensible.

- Papá... ¿Nos podemos ir?

- ¿Ves, mamá? Es un niño mimado.

- ¡Hwang Hyunjin! Deja de decir eso.

- Mira, Hyunjin, cariño, respeta mi hijo, ¿Sí?

Hyunjin simplemente asintió con desaprobación. Era verdad que solo enfrentaba a su madre porque estaba acostumbrado a ello, sabía que ella lo amaba y no lo lastimaría, mucho menos sabiendo que ella fue la responsable de que su hijo fuera homófobo, por egoísta que sonara.
Sin embargo, no sabía cómo era el señor Kim, no quería saberlo, así que decidió que lo mejor era mantener su boca cerrada hasta saber qué le podía pasar si se enfrentaba a él, porque claro, era seguro que ese hombre sí que era capaz de lastimarlo por el bienestar de aquel pelinegro.
El señor Kim y la señora Hwang se despidieron y el hombre se fue con su hijo, igual que la señora Hwang. Durante la vuelta a casa, la mujer estuvo regañando a su hijo por el comportamiento que había tenido, y no había convencido a su madre sobre las cosas que el pelinegro había dicho también.
Su madre le estuvo explicando que a partir del viernes, es decir, dentro de cuatro días, iría a vivir junto a Seungmin a la casa de la que ambos matrimonios se encargarían de mantener hasta que ellos encontraran un buen oficio para mantenerla.

                          (╥﹏╥)

Seungmin se encontraba en el coche, de camino a casa. Desde lo de la cafetería, su padre no le había dirigido la palabra, cosa que lo confundía, ya que su padre siempre solía ser comprensivo y ayudarlo, eso lo afligía.
Estaba también, además de la ignorancia de su padre, las crueles palabras del castaño, las cuales seguían sonando en su cabeza, eso lo molestaba, pero no más que tener que empezar una vida con él. Entonces recordó el momento en el que ambos estuvieron manteniendo contacto visual, recordó la mirada perforante del más alto, y el tiempo en el que pudo observar cada detalle de sus lindos y rasgados ojos, confundido al notar cómo sus mejillas se calentaban levemente.

- ¿Estás mejor, cariño?

- Sí...

- Me alegro. Seungmin, deberías dejar de ser tan sensible, han pasado quince años desde aquello, no puedes seguir llorando por eso.

- Lo dices como si a tí te hubiera pasado, no sabes cómo me siento.

- Sí que lo sé.

- No, no lo sabes, no te he dicho cómo me siento, no asumas que sabes cómo me siento. Y deja de llamarme cariño, es humillante.

- ¡Kim Seungmin! - llamó su padre, con ira, asustando al pelinegro - ¿Pero quién te crees para darme órdenes? Es más, ¿Quién te crees que eres para hablarme así? Eres un malcriado, de veras que no sé de dónde te sacas esos modales, así que tranquilito de una vez, ¿Sí?

No hubo respuesta.

- Seungmin, responde cuando te hablo.

Seguía sin haber respuesta.

- Ahora sí que te la has cargado.

El padre del pelinegro estacionó el vehículo frente a la casa y ambos salieron de este, el menor un poco asustado y forzado por su padre, quién lo agarraba con fuerza por su muñeca izquierda.
Seungmin sabía lo que le esperaba, su padre era una persona terrible cuando se enfadaba, ni siquiera su marido lo podía tranquilizar, pero podía intentarlo, aunque no estaba en casa para auxiliar a su hijo...

- Entra - ordenó de mala manera mientras forzaba a su hijo a entrar a la casa -, Seungmin, Seungmin, ¿Quién te crees para comportarte así? - preguntó con ira mientras lo agarraba del cuello, estampando a su hijo con fuerza contra la pared -. Cuéntame, Seungmin, cuéntame quién te ha enseñado esos modales, porque no tienes amigos y tu padre y yo no te hemos educado así.

- Papá - musitó mientras ponía ambas manos sobre la de su padre, situada en su cuello -, papá, suéltame y escúchame.

El señor Kim hacía oído nulo, solo quería que su hijo respondiera, pero no parecía que fuera a hablar.

- ¿Así lo quieres? - cuestionó mientras comenzaba a hacer fuerza en el cuello de su hijo, demasiado dolor para el pobre adolescente de diecisiete años, pues su padre tenía más fuerza que él, y con mucha diferencia -.

Seungmin comenzaba a sentir la falta de aire. No podía hablar, no podía mover alguna parte de su cuerpo, no podía hacer nada. Estaba seguro de que su padre no lo escucharía, tampoco notaría su falta de aire, ni notaría el sufrimiento de su hijo.
Los ojos del pelinegro comenzaron a llenarse de lágrimas, algunas incluso salían del lacrimal de sus preciosos ojos, pero el hombre no parecía estar dispuesto a ceder.

- ¿Qué te pasa?¿Ahora lloras? - dijo incrédulo, soltando a su hijo del agarre -, no me lo puedo creer, te crees que puedes hablar como quieras y después lloras - rió con incredulidad -, ¡Ve a tu cuarto! Que te explique tu padre el protocolo de compromiso.

Y sin más, Seungmin fue a su dormitorio casi corriendo, se encerró en el lugar y comenzó a llorar con fuerza, amortiguando sus sollozos y llantos con la almohada, no quería que su padre siguiera diciendo que era débil.

                            ತ_ʖತ

Hyunjin se encontraba de camino a casa de los Kim. Su madre le había obligado a pedir perdón al pelinegro, y debía hacerlo, por más que le molestara, no era el tipo de adolescente que desobedecía a sus madres.
Llegó al lugar asignado y y llamó un par de veces al timbre, siendo atendido por el señor Kim, que parecía un poco malhumorado.
Le explicó sus intenciones de la forma más tranquila posible y el hombre le indicó dónde se encontraba el dormitorio, al que Hyunjin tuvo que llegar solo.
Tocó un par de veces a la puerta y, tras un largo silencio, decidió entrar, cerrando la puerta tras él antes de contemplar la desoladora escena del menor llorando, su cabeza cubierta por la almohada, varios pañuelos tirados por el suelo, las luces apagadas y los suaves sollozos, casi inaudibles.

- Hey - sacudió suavemente al menor -, Seungmin, no llores...

Y antes de decir algo más, el menor lo abrazó, apoyando su cabeza en su hombro, a lo que él, por sentir que debía consolar al más bajo, dejó pasar...

Holaaaaaaaa :D les traigo un nuevo cap que espero que les guste uwu aviso de qué esta historia A LO MEJOR puede llegar a tener escenas fuertes como de violencia o p0rn0 :v y pues nada, espero y les guste, no olviden cuidarse y tomar mucha awita ù-ú bai <3