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- H-Hyunjin - llamó -, H-Hyunjin, duele - se estremeció -.

- Mantente quieto - ordenó con suavidad mientras pasaba una pomada por una de sus heridas, en el abdomen del menor -.

Hyunjin estaba muy excitado, por no decir demasiado. Seungmin lo estaba provocando, el hecho de que estuviera sobre él, con solo una toalla que lo cubría desde su cintura hasta sus rodillas, y sus suaves pero inquietos movimientos sobre él lo excitaban de forma inexplicable.
El pelinegro también estaba bastante excitado, menos que el mayor, pero lo estaba, aunque el dolor cubría todo ese sentimiento cuando sentía las heridas arder.

- Hyun, duele - volvió a quejarse, apretando con fuerza las sábanas e inclinando su cabeza hacia atrás -.

- Ya queda poco, pero deja de estremecerte, lo dificultas.

- Apenas me estoy moviendo.

- Pero te estás moviendo en el punto exacto para desconcertarme - suspiró, terminando con la última herida -, ¿Acaso no lo sientes? - cuestionó mientras lo agarraba de la cintura y lo pegaba más a su cuerpo -.

- H-Hyun... Hyun, e-está duro - respondió en voz baja, levemente sonrojado -, ¿F-Fuí yo?

- Oh, claro que fuiste tú - rió con ironía -, ¿Ves a alguien más aquí?

- Entonces déjame ayudarte.

- ¿Qué? No, no, no, estoy bien.

- Hyun, sabes cómo está.

- ¿Y cómo está? - preguntó, fingiendo inocencia, sabía que avergonzaría de nuevo al menor -.

- Ash, está duro, no me hagas repetirlo - se quejó, mientras separaba los entrepiernas -.

- ¿No se siente bien acaso? - preguntó con tono sensual -.

- Solo calla - ordenó avergonzado mientras comenzaba a acariciar el entrepierna contrario directamente bajo el pantalón y ropa interior -.

- Eso es - susurró con voz ronca en el oído del menor, provocando que su piel se erizara -.

El pelinegro masajeaba el erecto entrepierna del castaño, con bastante intensidad desde el principio, provocando que el mayor suspirara más sonoramente, al igual que sus jadeos eran más fuertes que la última vez, estaba claro que añoraba esa sensación.
Algo obvio era que el menor también extrañaba esa sensación, extrañaba los toques de su odioso novio, claro que sí, y eso para el más alto era fácil de notar.
El más bajo comenzó a aumentar su intensidad, provocando que los suspiros desaparecieran y fueran reemplazados por jadeos sonoros, al borde de ser gemidos.
Ninguno de los dos sabía cómo hacía el menor para hacerlo tan bien, tan placentero, pero ambos amaban eso: Seungmin amaba masturbar a su novio y escucharlo jadear por él, y a Hyunjin le gustaba ser masturbado por el pequeño pelinegro.
En un rápido movimiento, el menor se encontraba recostado sobre la cama con el mayor sobre él, sus cuerpos a escasos centímetros.

- H-Hyun, no hagas nada - ordenó -, eras tú el que estaba duro.

- ¿Quién dice que tú no lo estés? - susurró con su voz aún un poco ronca, pasando sus manos desde las rodillas hasta los muslos del menor, estremeciéndolo una vez más -.

- ¡H-Hyun! - exclamó antes de soltar un leve gemido al sentir una de las manos del mayor apretar levemente su entrepierna -.

- ¿Qué pasa?¿Te gusta?

- M-Me gusta, sí - admitió, levemente sonrojado ante la declaración -.

- Te daré lo que te gusta entonces, pero tienes que gemir para mí - ordenó con la voz ronca -.

🥀💕I hate this love!💕🥀 [Hyunmin/Seungjin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora