𝓓𝓮𝓼𝓽𝓲𝓷𝔂'𝓼 𝓢𝓲𝓰𝓷𝓪𝓽𝓾𝓻𝓮✍︎ BnH x Lectora

Capítulo 7

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Asterisco reaparece después de irse por un mes asterisco

Si... este... 😬 hola jaja. Em, verás, sucede que iba a escribir el capítulo pero pasó algo catastrófico y totalmente inesperado y no pude y- ¿Qué? ¿Que no te interesa dices? Entendible, tenga una linda lectura.

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—¡O-Oye, ve mas despacio! ¡No puedo seguirte el ritmo!— clamaste alterada, siendo arrastrada por el rubio cenizo, tropezando todo el rato por no poder igualar su velocidad al correr.

—¡No grites tanto, bastarda, harás que nos atrapen a los dos!

—Me dices que no grite pero tú estás gritando más fuerte que y-

Interrumpiendote, el chico pegó un giro brusco en una esquina, jalando de tu antebrazo con fuerza bruta para que hicieras lo mismo rápido. Te empujó a un callejón y te tiró entre las bolsas junto al contenedor de basura, haciéndote señas de que guardaras silencio antes de que pudieras quejarte, para luego darse la vuelta y reclinarse contra la pared, cubriéndote con su sombra.

—¡Oye amigo!— escuchaste decir a una voz desconocida— ¿Has visto a un tipo de pelo verde y a una chica de capucha por aquí?

—Los vi saltando por los techos como un patético saltamontes hace un rato, pero no sé a dónde mierda se fueron— respondió Katsuki con una actuación convincente, poniendo las manos en sus bolsillos.

—¿Estás seguro? ¿No tienes idea de dónde pueden estar?

—¿¡INSINÚAS QUE MIENTO, MALDITO EXTRA!?

—¡N-Nono! Solo quería estar seguro... ¡Muchísimas gracias de todas formas, jaja...!

Escuchaste pasos rápidos alejándose, y cuando viste que Katsuki relajó su postura, llevando sus manos a sus orejas durante poco más de un segundo, te levantaste de entre la basura.

"Entonces se tragaron que el Orejón es la chica. Bien, eso los mantendrá distraídos mientras buscamos dónde escondernos" , pensó.

—¿Tenías que tirarme a la basura como a un juguete roto?— le reclamaste enfadada entonces, más éste no te prestó atención. Estaba muy entretenido jugando con algo en sus manos— Oye, ¿me estás escuchando?

El ojirubí continuó sin poner interés en ti, masajeando sus cienes y orejas para luego seguir jugueteando con aquellas cosas en sus manos.
Rodaste los ojos y soltaste un bufido, acercándote a él para arrebatarle lo que lo tenía tan distraído.

—¡OE, DAME ESO, MALDITA PERRA!— ladró al instante, clavando su amenazadora mirada en ti, que mirabas lo que le habías quitado.

Era como un pequeño auricular, pero sabías que no era eso exactamente... Una leve expresión de tristeza se hacía presente en tu rostro a medida que alzabas la cabeza para mirar al muchacho a la cara.

—¿Tu... eres sordo...?

Los ojos de Bakugou se abrieron de par en par, y luego sus cejas se curvaron hacia abajo, con una mueca de enfado presente: —¡PFF, CLARO QUE NO! ¿¡PERO QUÉ IDIOTECES DICES!?

—¡Soy pobre pero no idiota! ¡Éstos son aparatos de audición!

—¡NO SON MÍOS!

—¡TE LOS SACASTE DE LAS OREJAS HACE MENOS DE UN MINUTO!

—¿SI SOY UN PUTO SORDO POR QUÉ MIERDA TE ESTOY RESPONDIENDO, AH? SI TE HABLO ES PORQUE TE ESCUCHO, IMBÉCIL— activaste tu quirk velozmente y lo usaste en él, comprobando lo que creías que estaba haciendo.

—Estás mirando mis labios. Los estás leyendo.

—¡NO ES CIERTO, CÁLLATE!

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NO ES CIERTO, LO QUE TE DIGA NO ES CIERTO.jpg ajdjsjdj perdón me mamé 🧚‍♀️

Dile no al vicio, no seas como moe

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—Estás mirando mis labios. Los estás leyendo.

—¡NO ES CIERTO, CÁLLATE!

—Puedo ver a través de tus ojos, Bakugou. Literalmente. Acabo de usar mi don.

—¿Y qué si te miraba? ¡ESO NO SIGNIFICA NADA!

—¿Qué estoy diciendo entonces?— te cubriste la boca con la mano libre— ¡A ver, repite! ¡Tres tristes tigres tragan trigo en un trigal!

Los labios de Katsuki se separaron un poco para protestar, pero ninguna palabra fue articulada. Estaba en jaque, inevitablemente, así que se limitó a suspirar y a dejarse caer sentado en el suelo.

—Tienes razón, soy un puto sordo... ¿Contenta?

Al verlo así, con esa actitud de rendición y autodesprecio, te arrepentiste de haberle sacado la verdad por obligación y a los gritos. Te sentiste horrible, cruel, desalmada.
Lentamente te deslizaste por la pared hasta acabar arrodillada a su lado, y llamaste su atención con un toque en su hombro.

—Lo lamento... No debí gritar— pronunciaste cuando te volteó a ver, modulando claramente al hablar para que te entendiera, a la vez que le acercabas sus aparatos.

—¿Qué importa si gritas? No puedo oírte— tomó los pequeños objetos y se los colocó con cuidado.

—Aún así no estuvo bien de mi parte. Ni mi actitud, ni quitarte tus aparatos. De nuevo, perdón— jugaste un rato con tus dedos en silencio, dudando si debías seguir hablando— Yo... ¿Podría hacerte una pregunta algo personal?

—¿Qué quieres?

—Tu sordera, um, ¿es de nacimiento o... por un accidente?

—...— el joven permaneció callado unos momentos, con la mirada perdida en la nada, y con su mente divagando entre viejos recuerdos— Fue mi culpa— dijo finalmente— Hace tiempo, hubo un ataque en un hospital. Un... amigo... iba a visitar a su madre allí, y unos villanos que lo descubrieron la eligieron como blanco para atraer a alguien. Mataron a muchos, y pudimos evacuar a unos cuantos, pero no podíamos ganar. Lo sabía, ¡sabía que no iba a servir de nada y aún así...! Creé una explosión antes de caer inconsciente. La más grande y ruidosa que haya creado jamás. Pero eso me costó los tímpanos.

No sabías que decir, ni qué sentir, no sabías nada, sólo sabías que tenías que estar ahí. Escuchándolo.

—Yo... Lo siento mucho...— murmuraste acercando tu mano a su hombro, la cual fue apartada de un manotazo de parte del rubio.

—Guárdate tu pena— gruñó roncamente— ¡Y no me toques, mugrosa, hueles como la mierda que eres!

—¿Qué coño te pasa? ¡¿Primero eres un idiota violento, luego te ablandas como un caramelo y después vuelves a ser un idiota?! ¿¡Eres bipolar!? ¡Y si apesto es por culpa tuya!

Una sonora risa te hizo detener tus quejas, en su lugar haciéndote mirar a Katsuki, quién se partía el culo a carcajadas como si acabara de escuchar el mejor chiste del mundo.

—¡DIOS, TU VOZ ES IRRITANTE! ¡ME QUITARÍA LOS APARATOS PARA NO ESCUCHARTE, JAJAJAJAJA!

E ignorando el insulto, te echaste a reír también.