Capítulo II Sueños

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  El sonido de la puerta siendo tocada fuertemente interrumpió en mis sueños provocando que abriera los ojos repentinamente encontrándome con la total oscuridad de la habitación. Me senté en la cama mientras frotaba mis ojos y daba un pequeño bostezo, estiré mis brazos hacía arriba sintiendo como las extremidades de mi cuerpo se estiraban haciendo que mi cuerpo se sintiera más liviano después de la siesta en la que había caído hace... No lo sé, tal vez perdí la noción del tiempo al quedar dormida.

  La puerta siendo tocada nuevamente de una manera más grotesca provocó un sobresalto en mí, solté un suspiro lleno de pesadez y me levanté caminando hacía la puerta abriendo esta dejando a mi vista a un hombre de alrededor de 40 años, alto, cabello oscuro, tez blanca, ojos marrones portando lentes color negro, vistiendo un traje color negro trayendo sobre este una bata de doctor; uno de los doctores que se encontraba conmigo en la sala de pruebas hace unos horas. Dio dos pasos entrando a mi habitación inspeccionando los alrededores de esta, rodeé los ojos y me crucé de brazos mirándolo mientras este solo veía la habitación como si buscara las respuestas a un juego de observación. Posó sus ojos en mí después de alrededor de 30 segundos y suspiró.

+Te he dicho que no cierres la puerta con seguro

+Es igual que cerrar una mente, cuando la cierras, jamás podrás entrar en ella

+Aris, ya hemos hablado sobre esto –su tono expresaba cansancio al igual que su expresión facial, se veía que estuvo trabajando todo el día para después venir a hacer su revisión diaria de mi habitación–

+El hablar durante tantos años no me ha hecho obtener las respuestas que quiero.

+Sigues siendo muy curiosa

 Lo miré durante unos segundos para después alzar los hombros sin nada que contestar ante su respuesta, este negó mientras se cruzaba de brazos y llevaba una de sus manos hacía su mentón mirándome pensativo.

+¿Qué sucedió en la sala de pruebas? ¿Por qué atacaste a la Doctora Monet?

+No la ataque, solamente le tiré el café encima –Una pequeña sonrisa se asomó en la comisura de mi labio derecho–

+Aris

  Ese tono de reprimenda nuevamente, por favor no lo uses.

+Ethan

  Negó soltando una pequeña risa lo cual causó una leve confusión en mí, pero a los segundos entendía el por qué de su reacción.

+Al menos pudiste hacerlo después de terminar la prueba

+Tal vez algunas veces las cosas no se pueden controlar -llevé mis manos a los bolsillos traseros de mi pantalón y bajé la cabeza mirando mis zapatos– ¿Sabes si Jisung ya volvió de la sala de testeo?

+Sí, salió hace una hora, vino a buscarte pero a través del ventanal noto que estabas dormida, así que decidió dejarte descansar. Ahora se encuentra con Noah en su oficina

  Alcé la vista hacía él frunciendo el ceño expresando confusión ante sus palabras, ¿Por qué se llevarían a Jisung a la oficina de Noah? Es la tercera vez en la semana.

+¿Qué hace ahí?

+Ya sabes, Noah habla con él, hace preguntas, anota la respuesta de Jisung hasta encontrar algo que no le haya dicho

+Entiendo, pero es la tercera vez esta semana

  Asintió para después posar su mano en mi hombro y apretar levemente este.

+No te preocupes por Jisung, él estará bien

+No lo sé

+Oye, los he cuidado a ambos desde hace años, tal vez estuve más tiempo contigo que con él, pero no permitiría que algo le suceda y Noah tampoco lo permitiría; confía en nosotros, ¿Cuándo te hemos fallado?

The Lost Soul [Bang Chan] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora