Capítulo VII Entre Dos Mundos

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+Vamos de nuevo

Suspiré cerrando mis ojos sintiendo como mi cabeza se tambaleaba hacía adelante debido al sueño que sentía en ese momento, un pequeño golpe contra el aire me hizo reaccionar moviendo mi cabeza de lado a lado parpadeando un par de veces tratando de espantar el sueño que quería apoderarse de mi cuerpo después de varios intentos fallidos.

Ethan apareció en mi habitación alrededor de las 4:30 am pidiendo que me levantara para hacer algunas pruebas antes de que el amanecer llegara, él junto a Noah me sacaron de la habitación llevándome directo a la sala de pruebas en donde me encontraba desde hace una hora sentada en medio de la habitación con varios objetos en frente de mí.

+¿Aris? ¿Estás bien? -la voz de Ethan hizo que me sueña poco a poco se alejara, miré hacía el ventanal y asentí despacio- ¿Segura? No lo luces, parece que estás a punto de caer al suelo

+Estoy bien, puedo seguir

+¿Segura? Creo que hicimos suficiente, podemos parar por unas horas -intervino Noah-

Negué rápidamente

+No es necesario, puedo terminar esto e ir a la cama un rato

Escuché el suspiro de ambos hombres ante mis palabras, sabía que ellos no estaban de acuerdo con el sobrecargar tu cuerpo a cosas que no podía hacer en el momento, pero estaba segura de poder dominar el sueño y terminar las pruebas.

+Está bien, pero si veo que estás cerrando los ojos, te llevaré a tu habitación -advirtió Ethan-

+Pero no lo entiendo -intervine antes de que pudiéramos empezar nuevamente- ¿Por qué estamos aquí a esta hora? ¿Por qué no fue en el transcurso del día?

El silencio reinó la sala durante varios segundos que parecían eternos en donde nadie se dignó a pronunciar alguna palabra, recosté mi espalda contra el respaldar de la silla cruzándome de brazos esperando respuestas que, por lo visto, no obtendría.

Un suspiro pesado proveniente por ambos hombres me hizo entender que no era momento de hablar, si no de trabajar así que hice reaccionar a todos mis sentidos en ese momento para terminar con esto e ir a mi habitación

+Hazlo dos veces más y podrás volver a tu habitación a descansar

Asentí ante las palabras de Noah y clavé mi vista en la torre de latas de refresco que tenía en frente de mí, tenía que lograr que todas bajaron de un solo golpe entrando en la última lata manteniendo esta estable. No sabía cómo haría eso, tendría que tener una buena concentración para eso, sumado a que sentía una leve presión sobre mí en estos momentos debido al silencio de Ethan y Noah.

+Tranquila, puedes hacerlo

Esa voz...

Desvié la mirada hacía el fondo de la habitación encontrando a BangChan recostado contra la pared mirándome con las manos metidas en los bolsillos de su pantalón, el cual era negro al igual que la camisa de vestir que traía puesta. Asentí despacio ante su fe en mí y miré nuevamente la columna de latas en frente de mí, fijé mi vista en la punta de la torre durante unos segundos, pero nada sucedió, solamente el tambaleo de un par de latas hacía los lados sin éxito alguno.

+Concéntrate

+Eso hago

+Aris, ¿con quién hablas? -Preguntó Ethan con curiosidad-

Diablos, había olvidado que nadie más lo puede ver

+ ¿Ah?... Con nadie -Negué- hablaba conmigo misma

Creería que es mi consciencia la que me habla si no fuera porque hay un chico recostado contra la pared mirándome detenidamente. Suspiré y desvié mi vista nuevamente hacía la torre, cerré los ojos durante unos segundos dándole órdenes a mi mente sobre qué era lo que quería hacer con la torre. Abrí los ojos e hice un pequeño gesto con mis ojos llevando mi vista rápido y con fuerza hacía la última lata escuchando el ruido de cada una de ellas chocando al entrar en la otra aceleradamente hasta llegar a la última, la cual comenzó a tambalearse hacía los lados hasta que se detuvo abruptamente quedando inmóvil. Fruncí el ceño levemente confundida ante eso, desvié mi mirada hacía BangChan quien tenía una mano estirada en dirección a la lata, este me miró y me guiñó un ojo mostrando una pequeña sonrisa cerrada en la comisura de su labio izquierdo.

The Lost Soul [Bang Chan] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora