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Mi corazón empieza a latir muy rápido, siento un dolor opresivo en mi pecho.

De un momento a otro no podía respirar con normalidad, mis mejillas estaban empapadas, me sentía mareada, siento que algo malo va a suceder.

Mi corazón late más rápido al escuchar unos pasos provenientes de la escalera, siento como ese sonido se acerca más, colocó las manos en mi rostro por el miedo; luego siento como alguien coloca sus manos en mis hombros.

Mi miedo aumenta.

—Malia, ¿estás bien?— levante mi vista al reconocer la voz de Lexie.— ¿Malia que sucede?— me miró, sus ojos transmitían miedo y preocupación.—hey malia respira.

—la carta— dije y señale la hoja en el suelo, aun con mi respiración agitada y mi corazón apunto de explotar— el... la carta.

Lexie miró la carta en el suelo, la tomó y empezó a leer lo que decía.

— hijo de perra — susurró— Malia solo respira, voy a llamar a Peter, ¿puedes quedarte un momento sola?—fije mi vista en mis manos y solo asentí— okey, ¿tu teléfono esta en tu habitación?— volví a asentir tratando de calmar un poco mi respiración— ya vengo—se alejó de mi corriendo en dirección al piso de arriba.

No pasaron ni 15 segundos cuando ya estaba devuelta.

—ya volvi, ya volvi— se sentó junto a mí,— ahora solo tengo que llamar a Peter— tecleo un poco el teléfono para luego colocarlo junto a su oído, y esperar a que contestara,— ¡Peter!— esclamo de repente,— no... soy lexie... ella está bien, solo que recibió una carta de... si... esta alterada, no puede respirar bien, esta algo pálida y esta temblando... ¿un que?... esta bien.— colgó la llamada y colocó el teléfono en la mesita.— Peter viene en camino— asenti— ahora lo que necesito es que trates de controlar tu respiración, si no la controlas puede empeorar.

Trate de hacerle caso, sabía que podría empeorar la falta de oxígeno no es nada buena. Pero no podía alejara esa sensación de miedo.

— trata de pensar en cosas buenas; en un lugar seguro, en tu familia— la mire— ay... olvida que dije eso último— se levantó de su asiento— iré por un vaso con agua, no tardo— corrió en dirección a la cocina y así de rápido como fue a mi habitación por mi teléfono, volvió— ten— me lo ofreció, y bebí un poco.  Volvió a sentarse en el sofá.

—Lexie tengo miedo— dije luego de unos segundos con la voz entrecortada mirando el vaso con agua, con la respiración más controlada— dijo que esta más cerca de lo que creemos.

—esas deben ser puras mentiras—trató de sonreir, pero no le salio muy bien, se nota que también tiene miedo, lo sé por como mueve los dedos sobre su pierna, pero hace el intento de mantenerse cuerda, porque si ella se altera yo me pondría peor,—si estuviera cerca ¿no crees que Peter ya lo habría puesto tras las rejas?.

Iba a responder pero el sonido del timbre me interrumpió, y me asustó... mi corazón volvió a acelerarse.

—debe de ser Peter.— se levantó del sofá, pasó sus manos por su pantalón limpiando sus manos.

La frené

—Lexie no vayas, ¿que tal si no es Peter?, ¿qué tal si es el asesino, que viene a atacarnos aprovechando que estamos solas?— empecé a temblar de nuevo.

—se supone que yo soy la que hace ese tipo de preguntas— hizo un movimiento de negación con la cabeza—pero tu tranqui— levantó un poco su camisa del lado derecho dejando ver un cuchillo que se sostenía con el borde de su pantalón—estoy armada—tomó el cuchillo entre sus manos y me lo acercó— ten.

Buscando al asesino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora