Dos

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Os mentiría si os dijera que no tenía resaca, porque la tenía y bien gorda. Abrí mis ojos levemente al sentir ese horrible dolor de cabeza después de una noche de borrachera.

Me sobé los ojos tranquilamente hasta que me percaté de que no estaba en mi casa; ¿Dónde diablos estaba?

Mire a mi alrededor y definitivamente este no era mi cuarto. Seguí observando el cuarto y mis ojos se abrieron como platos al ver mi ropa tirada por el suelo; ¿Qué mierdas paso anoche?

Me levanté lo más rápido que pude y fuí al baño que había en esa habitación, cuando encendí la luz y conseguí verme al espejo, casi me mareo.

Tenía el cuello lleno de marcas y chupetones, por no decir que mi espalda estaba llena de arañazos; ¿¡QUE COJONES PASO AYER?!

Salí del baño agobiado y dirigí mi mirada en dirección a la cama donde hace escasos minutos me encontraba; ahí estaba él.

Aquel chico de ayer, Jungkook se llamaba, estaba tumbado, dormido plácidamente en la cama, con arañazos en la espalda también; no lo voy a negar, se veía sexy de esa forma.

¿Me acosté con él? Porque si fue así, es una lástima no recordarlo. Solté un resoplido, cosa que hizo que este se moviera.

- ¿Qué resoplas tanto? –susurra con voz ronca- dios son las cinco de la mañana...

El pelinegro se sienta en la cama y se echa el pelo para atrás mientras intenta despertarse un poco, mirándome un tanto confuso, igual que yo a él; que guapo se ve recién despertado.

-Perdón por despertarte Jungkook –agacho la cabeza- me dolía la cabeza.

-No te preocupes –se levanta- ¿estás bien? –me coge de la barbilla-.

Baje un poco la cabeza al notar un calor subir por mis mejillas. No me había percatado que tenía a semejante hombre delante de mí con unos simples boxers y todo su torso descubierto.

- ¿Q-qué paso ayer...? –tartamudee-.

Aquel intimidante chico suelta una risa y se separa de mi para mirarme.

-Es una pena que no te acuerdes –se cruza de brazos- lo pasamos bien.

- ¿Follamos? –me atrevo a mirarlo.

Jungkook se muerde levemente el labio mientras niega con la cabeza, haciendo que libere un poco de tensión que había en mi cuerpo.

-No follamos, porque ibas muy borracho y yo no soy de esos –me mira- pero tenías ganas, así que solo te baje el calentón –habla tranquilo-.

Asentí sin mirarlo y solté un suspiro. Sinceramente no me molestaba. Este chaval había conseguido toda mi atención desde que entre a ese cumpleaños, no voy a negar que cuando lo vi, pensamientos obscenos pasaron por mi cabeza.

- ¿Acaso querías que pasara algo más?

-N-no he dicho eso... -agacho la cabeza- te pido perdón, Jungkook –miro a otro lado- será mejor que me vaya a casa.

El chico tatuado me agarra del brazo cuando me disponía a darme la vuelta y hace que lo mire, quedando muy cerca de su cuerpo.

- ¿A dónde vas a ir a las cinco de la mañana? –me mira- quédate aquí y por la mañana te llevo a casa.

-P-pero... -me corta-.

-Dormiré abajo, me quede dormido aquí ayer, pero quédate –insiste-.

Asentí levemente con la cabeza emitiendo un leve "De acuerdo" y Jungkook se separó de mí, cosa que evité porque el que cogió su brazo esta vez, fui yo.

Mi marca en tú cuello (Kooktae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora