Mi marca en tú cuello (Kooktae)

Diez

-Dos años después-

El tiempo pasó rápido para ambos jóvenes.

Dos años. Dos años en los cuales les dio tiempo a demostrarse si realmente esa relación merecía la pena. Dos años en los que se quisieron, rieron, follaron, se acariciaron; pero sobretodo se amaron.

Fueron felices. Hicieron cosas juntos: salir a cenar, ir al cine, conciertos, parques de atracciones...eso y un montón de cosas más. Ambos se dieron cuenta de que se querían, de que de verdad merecía la pena.

Pero esa felicidad duraría poco para los dos chicos de pelo negro. A cada uno de ellos se le había abierto una puerta a la cual no iban a decir que no.

Jungkook, tuvo que mudarse a la ciudad de al lado, Daegu, para ejercer allí sus estudios de música; no tenía opción. Tampoco le importo dejar a Taehyung allí en Seúl, lo quería, pero sus estudios iban primero.

Taehyung, opto por un cambio radical, cuando digo radical es que ahora nuestro pelinegro, era peliazul. Así es, opto por teñirse el pelo de un color llamativo, seguía siendo el mismo, con el corazón roto, pero el mismo Taehyung que le gusta ir a ver museos mientras se pone su álbum favorito de su grupo favorito; Cigarrettes after sex.

A ambos les iba bien. perdieron el contacto, ninguno se escribía ni se llamaban el uno al otro, nada, ni siquiera un mensaje de "¿Te va todo bien?", absolutamente nada.

Habían cogido sus caminos, caminos que, en un futuro, se volverían a cruzar.

-

Viernes. Último viernes de la carrera antes de darnos las vacaciones de invierno . A pesar de que me descuidé de mis estudios en ese tiempo, conseguí aprobar todos los años: matrícula de honor en todas las asignaturas.

Mis amigos estaban orgullosos, es más, salimos a celebrarlo como nunca: cenamos, bebimos, nos emborrachamos, hicimos locuras y nos reímos al día siguiente de quién llevaba más resaca.

Mi padre también lo estaría si no fuera porque lo pillaron, a él y su grupo de narcotraficantes, y lo metieron preso. Dos años preso y en ningún momento tenía la intención de verlo; hasta ahora.

- ¿Seguro puedes tu solo? –me mira el moreno-.

-N-no lo sé Jimin... -suspiré-.

- ¿Entro contigo? –acaricia mi mano-.

¿Qué paso con Jimin en este tiempo?

Bueno, ¿os acordáis que lo dejo con Yoongi? Bien, pues hablaron las cosas como debían haber hecho desde un principio, en vez de dejar que el orgullo les ganara y volvieron; a día de hoy siguen juntos y se nota que de verdad ambos se aman y mucho.

Igual que yo lo hacía con Jungkook antes de dejarme aquí sin ninguna explicación aparente.

Me di la vuelta para mirar en dirección a aquel BMW negro que estaba aparcado a dos metros de mí, donde el pelimenta miraba la escena apoyado en el capo de este.

-No –negué- habéis hecho mucho con traerme –sonrei leve- ve con él, por favor.

-Pero...

-Estaré bien, de verdad hyung –asentí-.

El moreno se giró a mirar a su pareja para captar la atención de este y una vez la consiguió, le grito:

- ¡¿Podemos venir luego a recoger a Taehyung?!

-Jimin...

- ¡Si! ¡Que nos avise y vendremos! –grita contestando la pregunta-.

El contrario se vuelve a girar hacia mí y con un leve despeino de mi pelo sonríe mirándome por haber salido victorioso de su jugada.