borro cassette

04

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—¡Hyunjin espera!— gritó Felix llamando su atención, el chico estaba por irse junto a su amigo Jisung por otro lado.

Hyunjin volteó extrañado, viendo a Minho algo pensativo se acercó a ellos casi corriendo abrazando al mayor quién suspiró agradecido y correspondió su abrazo escondiendo su nariz en el cuello del rubio.

—¿Qué pasó?— habló Jisung preocupado.

—Bueno, es algo largo pero se los resumo. Bangchan descubrió a su hermana tratando de tocar a Minho; ya saben cómo y él la terminó regañando. Lo bueno que pudo escuchar todo lo que ella decía y lo que hyung le respondía. Está loca casi lo obligaba a tener sexo con ella.—

—¿Qué? mejor una denuncia, aunque sea su hermana. Cómo vas a dejar a una chica en ese estado acosando a personas libremente. — el castaño se tornó furioso palmeando la espalda de Minho esperando brindarle apoyo.

—Honnie...— sostuvo el rostro del aludido entre sus manos viéndole con preocupación. —Vamos a casa.— besó su frente y tomó su mano. —¿Quieren acompañarnos?— por pura amabilidad cuestionó, pero en realidad esperaba que estos se negaran; necesitaba consolar y mimar al mayor a su manera.

—No yo gracias, saldré con Bangchan al centro en un rato, pero si necesitan algo no duden en hablarme les mando mi número con hyung.—

—No, los dejo. Changbin y yo vamos a jugar en su casa si quieren pueden pasarse cuando Minho deje de estar así. — lo señaló, este solo sonrió de lado.

—Gracias...— el pelinegro habló por fin.

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—Te dije que era mala y no me creíste, hyung. — formó un morrito, ambos estaban a una distancia corta. Sus rostros estaban a nada de tocarse y no les incomodaba, claro que no.

—Mi instinto jamás fallará, si soy celoso es porque no me da buenas vibras.— se colocó de cuclillas frente al mayor sobre la alfombra de su cuarto, el pelinegro solo se la pasaba viendo al piso por lo que decidió ser parte de el.

Minho estaba sentado en la cama del rubio, rodeados de varias botanas que eran proximas a abrirse. Hyunjin necesitaba que el mayor se desenvolviera con él y luego le haría despejar viendo películas y comiendo chatarra.

El rubio parecía como si pudiese leer la del mayor, carcajeó bajito cuando este desvió su vista suspirando.

—Sabes que siempre, siempre estaré para ti. ¿Verdad? eres lo más lindo que he tenido, gracias por permancer junto conmigo Minho hyung.— murmuró serio, buscando la mirada del ajeno con esperanza a que este dejase de esquivarlo.