Una vida por descubrir (JIMIN Y T/N)

Capítulo 6

Después de 3 meses buscando trabajo, por fin había recibido un llamado a una entrevista. Por fortuna todo salió bien y me contrataron, esta vez era en una pastelería, que es lo que verdaderamente me apasionaba. Mi vida seguía tan perfecta como siempre, mi amistad con cada uno de los chicos se fortaleció y por supuesto después de que me despidieran les contamos que estábamos en una relación, a lo cual reaccionaron no muy sorprendidos, porque al parecer Tae no sabía guardar muy bien los secretos. Jimin y yo ya vivíamos juntos, nos entendíamos completamente y nos amábamos. En fin, no podía quejarme de nada.

Un día en la mañana me desperté junto a Jimin, era verano, así que nos dormíamos solo con ropa interior, nos sentamos en la cama, él estaba sentado detrás de mí, abrazándome, y mientras hablábamos me daba besos en toda la cara y cuello, amaba que hiciera eso.

- Jimin, no sé cómo explicarte lo que siento a tu lado, te juro que es un amor tan grande que es difícil de explicar con palabras o acciones, siento que realmente eres mi complemento en la vida.

- ____ yo siento exactamente lo mismo, no sé cómo lo hicimos, pero logramos encontrar a nuestra alma gemela, tu eres realmente mi complemento en la vida, no sé qué haría sin ti. Y hablando del tema, yo sé que tu no quieres casarte jamás, eso lo tengo clarísimo, pero pensé, si yo te propongo matrimonio ¿realmente me dejarías plantado?

Muchas veces le había mencionado a Jimin que el casarme y tener hijos no era algo que tenía planeado para mi vida, es más, era algo que en verdad aborrecía, por el simple hecho de que crecí con una familia muy inestable y no quería que eso me pasara a mí, por lo que el hecho de solo convivir con la persona que amaba me basta y me sobra.

- ¿Sabes qué? Yo siempre fui fan de BTS, tú eres mi bias aun obviamente. Cuando aún no los conocía le dije a todas las personas de mi alrededor que con la única persona que me casaría en el mundo sería contigo. Claro que lo dije pensando en que nunca te iba a conocer, porque si viajar a Corea era difícil, imagínate después el conocerte, sabiendo que estás rodeado de muchas personas todo el día y en una empresa que jamás pensé que me iba a contratar, para mí era imposible. Pero me equivoqué, logré conocerte, sin saber qué nos enamoraríamos de esta manera y aún sigo manteniendo esa promesa que dije hace años. Con la única persona con quien me casaría es contigo Jimin una y mil veces.

- No sabes lo feliz que me hace escuchar eso, pero aun así no quiero que te sientas obligada a decir que si solo por esa promesa mi mochita.

- Nunca respondería que sí solo por esa promesa, si lo hago es porque realmente quiero hacerlo y me siento segura de eso, así que tranquilo.

Días después, luego de nuestra rutina matutina, cada uno se fue a trabajar. Yo pedí salir más temprano porque era el cumpleaños de Jimin y quería hacerle una sorpresa. Llegué a nuestro departamento y decoré todo con globos y serpentinas rojas, dorado y negro, puse alfombras rojas por todo el living y comedor. La temática de la fiesta iba a ser formal tipo gala así que le pedí a todos los invitados que fueran con traje, los invitados iban a ser los padres de Jimin, los chicos, mis amigas Rocío y Mariana, y mis padres. A estos últimos los invité no solo por la celebración de Jimin, sino porque tenía una noticia muy importante que dar esa noche.

Faltaban un par de horas para que los invitados llegaran, así que me fui a bañar y me coloqué un vestido rojo largo pero sencillo, un maquillaje natural y me ordené las ondas del pelo. En eso tocan el timbre, eran los padres de Jimin y los míos, los hice pasar al living y al rato llegaron los chicos, todos con trajes Blancos y negros pero cada uno con un detalle característico. Mi amiga Rocío llegó con Tae, ella con un vestido dorado hermoso y Tae por supuesto acorde con el estilo. Mi amiga mariana tenía un vestido azul y acompañada de Jin. Mientras todos conversaban me fui a revisar la comida y sonó el timbre nuevamente, al fin había llegado mi Jimin, le abrí y me percaté de su traje rojo, su corbata negra y su pelo café con algunas ondas, lo miré nuevamente y pensé en que tenía la imagen perfecta frente a mis ojos. Ese día, al verlo llegar, me enamoré otra vez de él. Me tomó de la cintura y me dio un beso que juro que estaba tan lleno de amor que no sabría explicar la sensación.