Solo es Jeongin preguntando quién era el chico rubio de cabello largo.
───❅ೃ ∞ ɪɴɴɪᴇ ⸙───
No creyó que sus tweets serían leídos por é𝘭.
꒰💭❵꒱
#twitter
#hyunin
───𝗣𝗿𝗼𝗵𝗶𝗯𝗶𝗱𝗮 su copia y/o adaptación.
⁺◟yeostorm ꜜ
—Minnie, se caerán los bombones, no corras~ —Seo se quejaba mientras Seungmin lo seguía jalando por las calles, chocando con varias personas.
Changbin sostuvo fuerte los chocolates y corrió más rápido para ir al ritmo del menor.
—¿P-por qué tanto apuro? —preguntó cuando el semáforo en rojo los hizo detenerse. Ambos se apoyaron en sus rodillas y recuperaron el aire gracias a largas respiraciones—. Minnie... ¿Min? ¡Seungmin!
—¡Es Jeongin! No sé qué tiene, se molestó conmigo. Mira.
Le mostró la conversación con el menor en su celular. Changbin jaló a Seungmin a un lado cuando el semáforo cambió y las demás personas se quejaban.
—¿Pero por qué se molesta? Es solo una vez que le cancelas.
Seungmin guardó el móvil—: No sé, pero parece grave.
—Bien, —rodó los ojos—, pero me hubieras avisado antes, no salir corriendo. Por poco y dejo mi mochila en la banca donde estábamos.
—Disculpa, hyung —Se agachó para esconder la cabeza en el cuello del mayor, acto que lo enterneció.
—Vamos para allá, hablarás con Jeongin y de paso le doy un jalón de orejas por asustarte así de feo. Tranquilo, Min—. Besó su cabeza.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Me quiero ir, hyung.
—Pero Seungmin me acaba de decir que van en camino y que no le contestas los mensajes. ¿Es porque está con Changbin? Los celos de amigos son normales, Innie.
—No, hyung, solo me quiero ir —miró de reojo a la mesa de la esquina. Los tres de ahí eran escandalosos, se reían a todo momento y notaba que dos de ellos lo hacían a propósito.
—De acuerdo —suspiró—, pero-
Chan vio por el vidrio a Seungmin y Changbin, los dos traían la cara roja.
—Maldita sea —soltó cuando también los vio.
—Vocabulario, Jeongin.
—Vámonos, hyung —guardó sus cosas y acomodó su uniforme.
Chan le hizo caso, aún muy perdido, y se levantaron de su lugar.
—¡Jeongin! No te vayas, espera, ¿qué sucede? —Kim obstruyó el paso, justo en medio del local—. ¿Por qué estás molesto? Jeongin, dime.
Insistió hasta que el menor entendió que tenía que responder o seguirían llamando la atención de todos en el lugar.
—Cállese, hyung —pidió susurrando.
Pero Changbin ya había visto a su compañero de facultad sentado junto a sus otros dos amigos.
—¡Hyunjin-ah! ¿Qué haces aquí? —Dejó a los otros y se acercó donde el rubio.
