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Hyunjin lo vio dos cuadras antes, cuando volvía caminando junto a su botella de agua. Desde ahí, Jeongin se veía tierno al intentar abrir la puerta del auto detrás suyo.

Su primera impresión fue que el menor había olvidado las llaves dentro del vehículo, pero este se quedó parado afuera, escondiendo sus manitas dentro del abrigo y entrecerrando los ojos por el viento.

—¡Ah~, kiyowo!

Ahí venía lo que Felix siempre le decía, que deje de caer por todo lo lindo que vea, pero Hyunjin no quería cambiar. Por ello, se detuvo relativamente cerca y arregló su cabello en el reflejo de una vitrina.

Cuando el resultado le gustó, se acercó sonriente al chico ahí parado y lo saludó—: Hola.

—Hola..., Hyunjin.

Hwang se sorprendió, pero evitó mostrarlo. Mientras tanto, las mejillas rosadas de Jeongin cambiaron a rojo, y eso provocó que los finos hoyuelos del mayor se muestren.

—¿Me conoces?

—A-ah —Tartamudeó porque no sabía que Hyunjin no lo reconocía, a diferencia de sus otros dos amigos.

—No importa, seguro me conoces porque estudias en SOPA, te recuerdo del día de ayer, traías puesto el uniforme —Rio bajo y, con cuidado, tocó con la mano izquierda el frío rostro de Jeongin—. Pero no vine por eso, ¿necesitas ayuda? —señaló el auto.

—Oh, no, no, estoy esperando a alguien. —Ignoró el otro tema y también el cálido toque—. Y-yo no sé conducir.

—Ya veo —Retiró su mano—. Disculpa que sea tan atrevido, pero me preocupó tu color —Con círculos en el aire, señaló su propia cara—. Parecías tener fiebre, pero estás bien. No te aconsejo salir con solo un abrigo, por más lindo que te veas en pijama.

Jeongin se sintió tan a gusto que casi se le escapa un suspiro. Que lo sostengan si es posible, porque ya imaginaba su cuerpo siendo elevado por esas burbujitas de emoción que sentía en las piernas.

—Ay —No pudo con su nerviosismo y escondió su rostro avergonzado entre sus manos. Hyunjin sintió la necesidad de arrugar su rostro en simbolización de ternura.

—Vivo aquí, puedo ayudarte a buscar a quien esperas —ofreció y se colocó a un lado de Jeongin, ahora viendo dentro del edificio.

El menor también miró en esa dirección, pero se arrepintió porque Minho estaba dentro y se veía más serio de lo normal. Sin embargo, Jisung se mostraba risueño.

—¿Qué hace Jisung hablando con ese tipo? —murmuró el rubio por costumbre de decir sus pensamientos en voz alta.

—Él es quien me trajo.

—¿Vienes con él? Entonces, supongo que no debo de preocuparme porque hable con mi amigo, ¿o sí?

—No. —Contestó firme y volteó la cabeza para enfocarse en el mayor. Aún se sentía como un sueño que él esté ahí, hablándole—. Disculpe, hyung —fue cauteloso al usar el honorífico, pero Hyunjin asintió indicando que podía llamarlo de esa manera—, yo... vine con Minho hyung por cierto motivo.

—Uhm, ¿lo estás ayudando con Jisungie? —soltó con normalidad, como si Jeongin no hubiera presenciado ese beso el día anterior.

—¿No? —Salió en interrogación, pero tuvo el tono completo de sarcasmo—. Espere, hay cosas que no entiendo. No soy metiche, pero ayer los vi juntos, pensé que ustedes...

La fuerte risa de Hyunjin lo dejó sin palabras y más confundido.

—Vivimos juntos, él, Felix y yo. No sé qué viste, porque solemos ser cariñosos entre nosotros, y no recuerdo bien qué fue; pero somos tres, ellos son mis estrellitas.

──just a tweet𓆇⊹ hyuninꜜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora