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Los jóvenes se encontraban dando un paseo junto a el perro de el peliblanco.

Hasta que decidieron sentarse debajo de un árbol que se encontraba en el campus del instituto.

- Aún no entiendo cómo te dejaron entrar con el - comentó Ben viendo hacia el perro

- Carlos se encogió de hombros - Ni yo lo sé, pero aquí está - dijo acariciando a su mascota

Ben sonrió. Después comenzaron a hablar de cosas triviales.

- ¿Quienes son tus padres? - pregunto Carlos de pronto - No hemos hablado de eso, digo, solo si quieres hablar

- En realidad es algo complicado - comentó el pelimiel rascándose la nuca - ¿Prometes guardar silencio?

- Soy tu amigo, me ofendes - comentó en falso tono ofendido

- Ben rió un poco - Mis padres son los reyes de Auradon - susurro

- ¿Qué?, ¿Qué haces aquí? - pregunto Carlos totalmente asombrado

Ben puso un dedo en sus labios simulando silencio. Y Carlos asintió.

- Yo me tengo que convertir en el Rey de Auradon, y tendré que casarme con alguien que no conozco - dijo desanimado

- ¿Por qué? - inquirió Carlos

- Por qué según mis padres, ya tengo una esposa desde que nací - dijo él

- O sea que cualquiera de estas princesas puede ser tu esposa en un año - comentó

- Si - dijo lanzando una piedra al aire - Aunque no creo que esté aquí, mamá decía que era una chica poco común y de otro reino

Carlos solo asintió.

[…]

Las chicas caminaban por los pasillos de su escuela, hasta que llegaron a dónde se encontraban los anuncios solo visibles para los alumnos.

9:30

Fiesta en el Ala Este de el Instituto.

Organizada por Eddy de Atlántida 

- ¿Podemos ir? - Amelia juntó sus manos, suplicando - Por favor, yo sé que tú también quieres ir

- Es una fiesta ilícita - recalcó Evie - Y mi hermano llegará mañana

- Pero mañana es Viernes y justamente por eso de que vendrán los nuevos, no habrá clases - explico la castaña - ¿Que puede salir mal? Quiero ir a la fiesta

- Irás sola, no pienso ir por varias razones - contesto la peliazul

- ¿Y? - dijo ella desinteresada - A ti fue a la que te gustó, no a mí - negó

- Pero, agh! - bufó - Bien, no iré pero cuando esté aburrida en el dormitorio no me digas que me ponga a hacer algo -

Evie rodó los ojos.

...

- ¿Qué no está prohibido hacer fiestas en esta prisión? - pregunto Ben confundido

- Ahh, claro. Cómo eres el hijo de los reyes de Auradon no te va lo prohibido - dijo con burla el peliblanco

Ben le dió un golpe con poca fuerza en el hombro

L A S  L E Y E S  D E  L A  R E A L E Z A Donde viven las historias. Descúbrelo ahora