So Much for no Strings Attached de PottersoftheFuture (Traducción)

Capitulo 6: Familia sorpresa

El siguiente fin de semana encontró a Lucius Malfoy en el Caldero Chorreante mirando ceñudo a su alrededor. No sabía por qué lo mantenían en este estado lúgubre. Si todo era para evitar que los muggles no deseados se quedaran, ¿Por qué no pusieron barreras anti-muggles?

El tonto propietario que estaba completamente en el bolsillo de Dumbledore lo estaba mirando con sospecha y había despedido a su esposa muggle. Honestamente, ¿La gente realmente pensó que se arriesgaría Azkaban? Lucius se estremeció, solo para empezar a maldecir a los muggles. A Lucius no le gustaban los muggles ni los sangre sucia, sentía que corrompían a su sociedad, pero no era un psicópata.

Fue entonces cuando se le acercó un joven de cabello rojo claro que se cubría con el flequillo aquellos ojos verdes brillantes. Lucius reconocería esos ojos en cualquier lugar. Sin embargo, nadie más hizo como que conocían al Niño-Que-Vivió, dado que solo lo reconocían por su mata de cabello negro y cicatriz.

—'Lucius'— murmuró Harry.

Lucius sonrió para hacerle saber al chico que sabía quién era. Se pusieron en marcha hacía el Callejón Diagon asegurándose de mantener la distancia entre ellos. Debido a que si mostraban mucha familiaridad no sería la primera vez que Lord Malfoy fue fotografiado con una conquista. ¡Malditos tabloides! Y esto no era algo que pudiera arriesgarse. El hecho de que las ovejas mágicas fueran idiotas no significaba que Dumbledore lo fuera. El viejo entrometido seguramente reconocería a Harry Potter de inmediato en cualquier manera en que fuera presentado.

No fue hasta que estuvieron en la seguridad de Gringotts que se unieron. Los Goblins eran una raza que sospechaba demasiado, siempre confiando solo en si mismos, y se negaron a permitir fotografías en sus instalaciones. Lucius sabía que tenían dispositivos de grabación que monitoreaban quién iba y venía para evitar robos, pero no dejaban que los magos registraran el camino.

—'He organizado una reunión con el jefe de Gringotts'— le dijo Lucius a Harry. —'Teniendo en cuenta que esto es una cuestión de robo, algo que se toman muy en serio'—.

Harry asintió con la cabeza. —'He leído el letrero de entrada'— dijo Harry secamente. —'Y con Binns hablando y hablando de las rebeliones Goblins, bueno, no me gustaría estar en el lado malo de un Goblin'—.

—'Solo sé respetuoso'— le aconsejó Lucius.

—'¿No lo soy siempre?'— preguntó Harry descaradamente.

—'Elegiré no responder a eso'— respondió Lucius con una sonrisa.

—'Estoy aquí para una reunión con el rey Ragnok Segundo'— le dijo Lucius al cajero.

El cajero pareció un poco sorprendido, pero llamó a un empleado inferior que asintió. El Goblin les indicó que lo siguieran. A diferencia de las estructuras toscas y excavadas en forma de cueva que conducían a las bóvedas, este lado del banco estaba hecho en mármol y oro puro. Harry, que había vivido en un armario durante los primeros diez años de su vida, no pudo evitar quedarse boquiabierto.

—'Estás boquiabierto'— le dijo Lucius.

Harry rápidamente cerró la boca y frunció el ceño a su amante mayor que le sonreía. Fueron conducidos a través de una hermosa puerta de caoba que hizo que Harry se preguntara por qué Goblins de estatura tan pequeña necesitaban una puerta del tamaño de Hagrid. Pero sintió que expresar ese pensamiento sería de mala educación. En la puerta de oro decía "Ragnok".

Detrás de un escritorio de caoba había un Goblin relativamente joven, pensó Harry considerando que su cabello todavía era de un negro intenso que caía en raves sobre el terciopelo color ciruela que vestía. Sin embargo, sus ojos negros eran agudos. Despidió a su guía y se volvió hacia los dos magos que tenía delante.