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Estaba de camino a la cafetería para encontrarme con Jennie, estoy muy emocionada, se asustaría si pudiera escuchar los fuertes latidos de mi corazón, si supiera todo lo que causa en mi saldría huyendo por la intensidad de mis sentimientos. Algunas de las personas que pasaban a mi lado me miraban extrañados, en los últimos tiempos no es muy común ver a alguien con una sonrisa tan grande y brillante como la que tenía yo tatuada en el rostro desde hace unos días.

Pocos metros antes de llegar a mi destino divisé a Jennie en la entrada, estaba a punto de saludarla pero paré en seco cuando me di cuenta que tenía compañía, hablaba animadamente con una castaña más bajita que ella, la chica rodeó su cuello abrazándola y ella la sostuvo de la cintura, se despidieron con un beso en la mejilla y yo aún seguía sin moverme, me dolía el pecho haciéndome casi imposible respirar, las lágrimas salieron sin permiso y no podía pararlas,«no entiendo lo que estoy sintiendo, me molesta que no me haya dicho que tenía novia, me duele haberla visto con ella sabiendo que yo vendría, tan poco le importo, esto es lo que soy para ella ¿solo una diversión?» se giró para entrar al local dándose cuenta de mi presencia y dedicándome una sonrisa que en cualquier otro momento me hubiera derretido el corazón, pero frunció el seño al percatarse de mi estado.

Comenzó a caminar en mi dirección y yo negué volviendo a la realidad, di media vuelta echándome a correr, pude sentir como aceleró sus pasos y a su voz llamándome, gritándome que me detuviera, pero no podía, quería escapar del dolor, quería escapar de ella, de lo que había visto hace unos minutos, quería desaparecer y olvidarlo todo otra vez. Unas cuadras después ya la había perdido y agradecí haber salido a correr todas las mañanas; tomé un taxi y le indiqué el camino a mi casa, al llegar entré a escondidas subiendo rápidamente a mi habitación, me tiré en la cama y hundí mi cabeza en la almohada ocultando mis sollozos.

«¿Por qué lo hizo, por qué me mintió así?¿No significaron nada para ella los besos que hemos compartido en estos últimos días? Sé que no tengo derecho a reclamarle porque no somos algo, pero tampoco somos nada ¿cierto?...uno no va besando a personas por las que no siente nada...¿verdad?..¿Por qué tengo que sufrir así?¿por qué tuvo que aparecer ella en mi vida? A veces desearía no haber despertado nunca, no para vivir así, como una desconocida a la que ni yo misma conosco».

La puerta se abrió y cerró, intenté limpiar los rastros de las lágrimas antes de voltearme, pero cuando lo hice volvieron a salir mezclando la tristeza con la rabia al ver a Jennie parada frente a la cama con la misma chica de la cafetería, las ganas de golpearlas se hacía cada vez más fuerte sobre todo a la castaña de ojos gatunos.

–Jisoo....

–¿Qué coño hace ella aquí?-la corté bruscamente–¡Dime!¡¿Vienes a restregarme a tu noviecita en la cara?!¡Pues entérate, no me importa, no me importa lo que haces con tu vida, ¿se aman? Felicidades para ustedes!¡Ahora te quiero fuera de mi habitación, fuera de mi casa y fuera de mi vida!¡NO TE QUIERO VER NUNCA MÁS!¡Tu jueguito se acabó, ahora, largo de aquí!-grité sacando todo lo que siento, si no lo hubiera hecho habría explotado, ya no me importa que mis padres me escuchen, que se den cuenta de que me gusta una chica, que me estuve escapando con ella, que nos besamos aquí, justo en mi cama, que ahora estoy llorando porque me enteré de que solo estaba jugando conmigo, ya nada me importa.

–Jisoo escúchame..

–¡Qué se larguen de aquí de una puta vez!-la volví a cortar acercándome a ella empujándola hacia la puerta.

–¡No es mi novia, es mi hermana!-chilló sosteniendo mis brazos para que me detuviera.

–¿Qué?..¿qué..no?..-no podía formular ninguna idea coherente, sus palabras me tomaron por sorpresa haciéndome retroceder hasta chocar con la cama. Ahora que la veía bien, se parece mucho a Jennie, su cabello, sus labios, sus ojos, aunque se ve mucho más jóven.

–Kim Ella, su hermana menor-saludó con una sonrisa como si no hubiera visto o escuchado nada de la discución anterior, y quise que la tierra me tragara en ese instante, lo malinterpreté todo y me comporté como una idiota celosa, debí haberme visto patética, como una loca escapada del manicomio ¡Dios, qué vergüenza!

–Kim Jisoo-musité.

–Ya lo sabía, nos conocíamos de antes, Jen siempre nos regañaba porque nos pasábamos demaciado tiempo jugando videojuegos-informó y la miré, Jennie y yo éramos lo suficientemente cercanas como para que pasara tanto tiempo en su casa...conocí a sus padres, ¿les agradaré?–Me alegra mucho que te encuentres bien, me asusté cuando supe lo que había pasado y también temía por Jen, creí que moriría, a penas comía y se la pasaba llorando, me tranquiliza que ya todo esté en orden. Deberías venir un día a casa para jugar y recuperar el tiempo perdido-habló acercándose a mi y dejando un beso en mi mejilla–Nos vemos después Chu-sonrió y se fue dejándonos solas, los nervios me invadieron de nueva cuenta.

–Perdón por lo que..-traté de disculparme pero su mano acariciando mi rostro me detuvo ¿cuándo se había acercando tanto?

–No te preocupes, no pasa nada, solo prométeme que si ocurre algo hablarás conmigo antes de tomar la desición de alejarte-asentí mirando sus labios ¿está mal que después de gritarle y pedirle que se fuera quiera besarla? mordí mi labio inferior por la indesición, ella pareció notarlo y tomó la desición por las dos.

Me besó pegándome a ella, acarició mi cintura y espalda por encima de la blusa y aún así logró erizarme la piel, rodeé su cuello con mis brazos jugando con los cabellos de su nuca, su lengua invadió mi boca jugando con la mía, sus besos son una droga demaciado adictiva, y es solo mía.

–Nunca vuelvas a dudar de mi, por favor-musitó sobre mis labios.

–Nunca lo haré-le sonreí mirándola a los ojos y me di cuenta de algo, estoy enamorada de esta chica, enamorada de una manera que parece irreal, pero que es perfecta.

Fantasmas del pasado (Jensoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora