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–Vamos Chichoo no tienes que estar nerviosa, ya los conoces aunque no los recuerdes-rió sintiendo el temblor en mis manos, lo juro, siento como si fuera a conocer a mis suegros por primera vez y no les agradaré para nada, soy tonta, lo sé, porque ni son mis suegros ni es la primera vez que los veré, quisiera que la tierra me tragara en este instante.

–Pero es que... ¡Uff! no me puedo controlar, tengo miedo de que esta nueva vesión de mi no les guste, tan insegura, un poco patosa a la hora de hablar y con recuerdos muy limitados-me lamenté cerrando los ojos y tirando la cabeza hacia atrás al mismo tiempo que soltaba un sonoro suspiro, «eso me está atormentando desde que Jennie me habló de llevarme a cenar a su casa, no logré dormir en la noche y tardé más de tres horas en decidir que ponerme y maquillarme, y tardé otra hora más en convencerme de que debía ir y que nada malo ocurriría».

–Jisoo-tomó mi mentón haciéndome abrir los ojos, mi vista se había vuelto borrosa por las lágrimas acumuladas, me siento tan inútil en momentos como este, tratar a las personas que conoces como extraños porque eso es lo que son para ti, y no poder explicarles lo que pasa porque tú tampoco estás segura de saberlo–no te pongas así cariño, a ellos no les importa que no los recuerdes ni como eres ahora, les importa que estás bien y que estás intentando retomar el control de tu vida, nada más-limpió un par de lágrimas fugitivas y besó mi frente –¿Mejor?-sonrió acariciando mi mejilla, asentí y volví a tomar su mano. Abrió la puerta y entramos a la casa, mis nervios iban en aumento con cada segundo que pasaba, mis manos sudaban frío y el corazón retumba en mi cabeza.

–Jen, corazón ¿eres tú?-una voz dulce se escuchó desde lo profundo de la casa–Jisoo cariño me alegra tanto que estés aquí-una señora a la que Jennie tenía un gran parecido me envolvió en sus brazos transmitiéndome tranquilidad y seguridad «¿esto es lo que debes sentir cuando te abraza mamá?».

–Chichoo ellos son Chaerin y Marcos Kim, mis padres-presentó Nini con una sonrisa.

–¡Unnie!-Ella bajó las escaleras corriendo y se tiró sobre mi ocasionando que ambas caigamos al suelo–¡Salté de felicidad cuando Jen me dijo que vendrías, podremos jugar videojuegos otra vez y prometo que esta vez te ganaré!-gritó prácticamente en mi oido aún sin soltarse, me incorporó con la menor aún pegada a mi lo que me causó mucha gracia, ninguno de los supuestos amigos que me presentaron mis padres reaccionaron como ella o el Chaelisa.

–Y yo prometo ganarte otra vez, pero tiene que ser Amanecer Zombie-contesté por inercia sorprendiéndome a mi misma después, definitivamente Jen es mi cura, he avanzado más en estas semanas con Jennie que en los meses que estuve en el hospital.

–Bueno, nilas ya está la cena, pasemos al comedor-sugirió Marco, nos levantamos del suelo y lo seguimos hasta el comedor, la mesa estaba increíblemente organizada, la comida se veía y olía delicioso.

–¿Es la comida favorita de tu abuela?

–Lo es, te lo conté la primera vez que viniste-contó la castaña ayudándome a sentarme, la cena transcurrió muy agradable entre anécdotas, chistes y muchas risas, supongo que es así como se siente pertenecer a algo, a una familia, saber que puedes contar con ellos y que lo único que le importa es tu bienestar. Terminamos de comer y a mucha insistencia de mi parte me dejaron ayudar con la limpieza, después Ella me arrastró con ella hasta su habitación donde nos pusimos a jugar.

–¡No es justo ¿por qué siempre me ganas?!-puchereó tirándose al suelo de espaldas y dando pataleta–ni siquiera recuerdas como jugar y aún así me sigues ganando-suspiró cerrando los ojos–aún así no me rendiré-se sentó de golpe–te reto a otra partida-entrecerró los ojos señalando mi pecho con su dedo índice–y esta vez te ganaré-jugamos una y otra y otra y otra partida y aún así le seguía ganando, me divertía demaciado ver las recciones de bebé que tiene Ella cada vez que pierde, sus pucheros y pequeños berrinches son demaciado adorables; miré la hora en mi celular y del susto me puse de pie son las 9:40 pm.

–Ella ya tengo que irme es muy tarde y mis padres podrían darse cuenta de que no estoy-me disculpé dándole un beso de despedida–procura entrenar y veremos si la próxima logras ganar-reí y su rostro se iluminó.

–¿Vendrás más veces?

–Claro, me divertí mucho y la comida de tu mamá y los chistes de tu papá son los mejores-le di un último abrazo y salí a buscar a Jennie, según lo que Ella me comentó la habitación de Jennie es la que está a dos puertas de la suya, toqué la puerta y luego entré.

El rubor apareció en mis mejillas al reconocer donde me encontraba, es la misma habitación de mi sueño, las paredes de color azul marino, la estantería llena de libros en una esquina, un sofá a su lado, el closet, un escritorio azul y blanco, y una cama, la cama donde nosotras..
Mi pulso se aceleró y mi respiración se volvió entrecortada, el sueño volvió a inundar mi cabeza, las sensaciones, las palabras, el calor de mi cuerpo se hizo abrazador y un pequeño jadeo se me escapó cuando las manos heladas de Jennie hicieron contacto con mi abdomen, estoy demaciado sencible, caminando por el borde de un abismo y mi mente no tiene ningún problema en caer en el.

–¿Jisoo estás bien? estás muy caliente-habló Jen dándome la vuelta, su voz gimiendo mi nombre llegó a mi cabeza provocando únicamente que el calor aumentara y se dirigiera a la parte interior de mi cuerpo–¿Jisoo?

–Estoy bien Nini, solo que ya es hora de irnos-musité perdiendo la voz al final de mi declaración.

–Lo sé, te fui a buscar al cuarto de Ella pero me dijo que estabas aquí, vamos-me despedí de sus padres y salimos rumbo a mi casa, al llegar entramos por el mismo lugar de siempre y subimos a mi habitación.

–Ya estás sana y salva, creo que es hora de irme-la tomé de la muñeca para que no se alejara, se giró en mi dirección y me miró espectante.

–No te vayas, quédate conmigo esta noche-susurré alejándome un poco de ella para ponerle el seguro a la puerta, regresé hasta Jennie tomándola de los hombros y empujándola lentamente en dirección a la cama, cayó en esta y me subí sobre ella sentándome a horcajadas sobre su vientre.

–¿Qué ocurre Jisoo?-inquirió entre jadeos.

–Solo déjate llevar, dicen que esa es la mejor manera de descubrir las cosas, dejar que nuestros instintos nos guíen-pronuncié sus mismas palabras y me adueñé de sus labios, es hora de revivir mi sueño, y si era solo eso, un sueño, pues hoy lo haremos realidad.

Holis🙋.
Solo venía a avisarles que ya estamos en los capítulos finales, y ustedes se preguntarán ¿cómo, si aún no se ha resuelto nada? pues eso ocurrirá en los dos próximos capítulos, que intentaré publicar pronto. Los amo😍😘.

Byebye🙋.

Fantasmas del pasado (Jensoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora