Sencillamente, enamorada de ti [Shouko/Utahime]

Día 3: Años más jóvenes

Es en algún lugar, en algún tiempo donde sólo son ellas. Donde sólo es Shouko y Utahime, dónde es Utahime y Shouko.

Donde tras regresar de una misión con Mei Mei, encontrándola escondida bajo un árbol del instituto porque claramente Shouko volvió a saltarse las clases, Utahime que ya no se molesta mucho por ese detalle decide echarse en el regazo que Ieiri le ofrece. Suspirando exhausta y con la garganta adolorida, que se deja hacer.

Se deja mimar por Shouko que peina sus cabellos con sus dedos, que delinea su flequillo y deshace su peinado de princesa cantora. Porque sólo están ellas dos, y porque este es tiempo de ellas y de nadie más.

Porque a Utahime le gusta –le gusta mucho, mucho, mucho– ser una princesa consentida con Shouko. Que no es un príncipe azul ni nada por el estilo, sólo es Shouko; Shouko que es melancolía calma y silencio taciturno como una noche sin estrellas ni luna.

Shouko que es una aspirante a hechicero y no un príncipe. Y eso está bien, porque Utahime no quiere uno, no lo necesita.

Con saberse querida y amada, con palabras o silencios, es más que suficiente.

Y... Utahime sonríe risueña al sentir sus labios sobre los suyos.

(Porque esto es felicidad en un mundo mísero como lo es el de la hechicería).

Y, sabe a amor joven.

-Traumada Taisho