Día 8: Día libre

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Shouko no se explicaba por qué Utahime no dejó de tomar, y tampoco se explicaba por qué la invitó a tomar sabiendo lo mal bebedora que era. Porque, era un gran problema el salir del bar y llevarla a su casa.

Pues Utahime a veces se tropezaba o sus pasos eran tan inestables, que le daba miedo que se cayese de boca y se lastimara. Aunque también, estaba diciendo incoherencias o más balbuceando.

Como ahora.

- ¡SHOUKOOOO, TE AMO MUUUUUCHO!

- Lo sé Utahime, lo sé.

Iori se rió tontamente un rato para después mirarla con una sonrisa bobalicona.

- Shouuukooo, ¿Por qué eres taaaaan bonitaaa?

Ieiri sonrió levemente.

- No lo sé, así nací Uta. Aunque tú eres muy bonita también – le halagó, mirándola de reojo.

Utahime hizo un puchero –. No es ciertoooo. Tú eres máaaaaas bonitaaaa, Shoukooo.

- ¿Eh~? ¿Por qué lo dices, Uta?

- Porque tengo la novia máaaaas bonita de todas – sonrió Utahime, recargándose en ella, mirándola con ensoñación (aunque en realidad veía borroso de tanta bebida que ingirió) –. Me cuidaaa, me amaaaa y yo la amo muuuuuchoooo. ¿Tú también me amas Shouuukooo?

- Ya conoces la respuesta, princesa.

- ¡NOOOO! ¡DIMELA SHOUUKOO!

Ieiri suspiró y sin mucho esfuerzo la cargó, como una novia en boda sorprendiendo a la ebria pelinegra quien también se sobresaltó al ser besada. Aunque no tuvo tiempo u oportunidad de corresponder cuando Shouko se separó, mirándola con media sonrisa.

- Te amo de aquí allá, Utahime Iori.

- S-S-Shouko – respondió nerviosa, ruborizándose más. Aunque ya no por el alcohol en su sistema.

- Yo amo a mi linda novia ebria, porque es tan tierna~.

- ¡S-S-SHOUKO! – respondió, cubriéndose el rostro, cohibida para deleite de Ieiri quien sonrió triunfante.

Bueno, al menos había hallado una razón para la segunda interrogante que antes se hizo. La respuesta: Utahime era demasiado tierna cuando bebía de más.

-Traumada Taisho

Sencillamente, enamorada de ti  [Shouko/Utahime]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora