Día 6: Floristería

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Últimamente había una mujer que venía seguido a comprar flores –aunque en sí, había varias mujeres que venía, pero no viene al caso–, que ha llamado la atención de Utahime.

Tal vez por su apariencia eternamente cansada.

Tal vez por su aura taciturna y enigmática que la rodea e incita a que te sumerjas en ella.

O tal vez porque a pesar de tener ojeras marcadas bajo sus ojos de chocolate con leche, ella es bastante hermosa y el lunar bajo su ojo derecho y su mirada ilegible la hacen... Querer pecar.

- No Utahime, no pienses en eso. No lo hagas – reprocha a sí misma mentalmente, sacudiendo su cabeza para apartar esos pensamientos y escenarios... Lascivos, que le aquejan y reprime a veces, mordiendo sus labios o haciendo arreglos florales que le son encargados.

- Disculpe señorita – la llama, distrayéndola de sus divagaciones y reclamos a su persona, sobresaltándola y avergonzándola. La chica sin darle importancia a lo que acaba de pasar, decide continuar –, ¿Podría darme un ramo, por favor?

Iori de inmediato –y agradeciéndole en silencio por no señalar su reacción poco profesional– le sonríe, más porque su trabajo así lo pide que porque se trate de ella (bueno, una pequeña parte, sí es porque se trata de ella) –. Por supuesto, ¿Qué flores le gustaría para el ramo?

- ¿Qué flores...? Pues, que tenga narcisos blancos y agapantos.

Utahime, internamente se siente terrible, esas flores son mayormente usadas para expresar afecto o amor. Pues las rosas o girasoles, incluso los tulipanes, no son las únicas flores que expresan ese sentimiento de querer conectar con alguien.

Pero, trabajo es trabajo, independientemente de que se sienta mal o no.

- Claro, en un momento.

¿Quién sería la persona a la que le entregarían tan precioso ramo? No puede evitar preguntarse Utahime, tratando de esconder su incomodidad al hacer preparar el ramo para después entregárselo y cobrárselo.

- Señorita, ¿Usted sabe el significado tras estas flores? – le pregunta, luego de haber pagado el ramo. Utahime parpadea, un poco confundida.

- Bueno... Los agapantos son conocidos como flores del amor al igual que los narcisos, aunque estos últimos significan ilusión y deseos por empezar una nueva etapa con alguien.

- Como se esperaba – expresa la taciturna mujer con una sonrisa, que no hace más que agitar el corazón de Utahime –. Toma.

Iori está que no puede creerlo, mientras por inercia sus manos toman el ramo.

- ¿Disculpa...?

- Quiero que salgas conmigo, por favor.

-Traumada Taisho

Sencillamente, enamorada de ti  [Shouko/Utahime]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora