Jungkook es un omega rechazado por todos, y eso se debe a que él desea seguir su verdadera naturaleza; convertirse en un fuerte beta. Su día a día consiste en ir al gimnasio, practicar boxeo y asistir al liceo por las tardes para sus clases de dibuj...
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Jungkook asestó el primer puño en el rostro de su contrincante, el tiempo parece no detenerse, tan rápido que pronto llegan a la mitad de los round. G Dragon se defiende muy bien, cosa que le da un poco de trabajo al menor.
―Vamos, golpeas como omega, ¡hazlo más fuerte! ―se burla el mayor, mientras los preparan para la siguiente ronda.
―Ni se te ocurra escucharlo, ―susurra YuGyeom, presionando los hombros tensos del omega.
El peli azul respira profundo, su entrenador le coloca el protector bucal, y el chico muerde aquella protección como si su vida dependiera de ello. No importa que tantos insultos estés acostumbrado a recibir, siempre duele de la misma forma, uno tras otro, molestan por igual. Jungkook juró no hacer caso, y tenía que cumplir al pie de la letra si no quería una suspensión.
La pelea prosigue con nuevos golpes, el omega se ve acorralado en las cuerdas laterales del ring, su oponente golpea con fuerza en su estómago, ataque por el que acaba escupiendo su protector bucal, recibe un golpe en el rostro, la comisura de su boca se verá rojiza mañana, eso es seguro. Kim se apresura caminando hacia el réferi y señala la falta cometida.
Jungkook golpea la mandíbula del contrario, antes de ver a su entrenador suspender la pelea. El golpe bajo recibido por el omega supone una falta importante para su rival, quien recibe sansion inmediata por superar los límites establecidos.
―¿Estas bien? ―su hyung le pregunta preocupado.
―Si, tod... ―sus palabras se ven interrumpidas ante el estallido de ira en el oponente.
G Dragon se levanta con furia y lanza el banco en el que había estado sentado sin pensar en dónde iría a parar. La gente se aparta, ya que el objeto vuela hacia el sector derecho del público. Varias personas gritan, otros solo hacen sonidos de exclamación, Jungkook voltea al lugar señalado.
Desde el ring puede ver un poco mejor, el dulce omega que le obsequió el brazalete esta tendido en el piso, hilos de sangre manchan su frente. El banco había impactado en su dirección.
Sin pensarlo dos veces, se abre espacio entre las cuerdas, pasando casi de un salto. Baja al suelo y corre hacia el omega.
―Yoongi...Yoongi ―palmea su rostro varias veces, esperando una respuesta que no llega.
Los paramédicos apartan al omega, listos para brindar auxilio al chico inconsciente. Jimin aparece entre la multitud, también queriendo novedades sobre el pálido.
―Te toca salir en unos minutos, ―dice Ravi detrás de él.
―No puedo, dale el turno a otro, ―gruñe cerca del que, según el mismo, es su omega.
―Tendrás que poder, no puede postergarse. ―el delta de cabello rapado no quiere sonar cruel, pero en verdad es imposible posponer la pelea.
―Ve, yo iré con él, ―Jungkook los interrumpe, viendo como los camilleros preparan al castaño para su traslado. ―Te envió la dirección del hospital para que vengas cuando termines, ―habla rápido.
