Jungkook es un omega rechazado por todos, y eso se debe a que él desea seguir su verdadera naturaleza; convertirse en un fuerte beta. Su día a día consiste en ir al gimnasio, practicar boxeo y asistir al liceo por las tardes para sus clases de dibuj...
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Jimin solo deseaba que la imagen ante sus ojos fuese una mentira, pues decidió ir donde el omega le dijo que estaría. No hace falta decir que Park conoce bastante a Jeon, lo suficiente como para haberse metido con su rango.
Hace algunos años atrás, el alfa tuvo un pequeño crush con Jungkook, que los llevó a ser grandes amigos, pero esa unión que aparentaba solidez fue disminuyendo, más aun con la llegada de Yoongi, quien se hacía presente pelea tras pelea en el gimnasio, y era observado por Jungkook a la distancia.
El alfa nunca dudo en decirle a quien fuera sobre sus sentimientos hacia el omega, dejando en claro que marcaría territorio sobre Min, sin embargo, ahora mismo todo aquello parece lejano.
Yoongi no deja de reír, mientras Jungkook lo abraza por encima de los hombros, los dos se miran y estallan en risas, mueven sus manos dibujan garabatos en la nada, Jimin no entiende lo que hacen. Apenas da cuenta de que llegó tarde, una hora después de que Jungkook concrete sus clases del día.
—Así que, mi novio hipotético, ¿Qué te gustaría hacer ahora? —pregunta Yoongi sin borrar la sonrisa de su rostro.
Park lo escucha fuerte y claro, demasiado claro. Detesta cada letra que sale de su boca. Se acerca a los dos con la seguridad de que va a romperle la cara a Jungkook, y eso hace, encaja un golpe a puño cerrado en su nariz.
—¡Jimin! ¿Qué mierda estas haciendo! —grita el omega mayor, enojado.
—¿¡Qué estás haciendo tú!? —Devuelve el grito con rabia.
—¿¡Qué mierda te importa lo que estemos haciendo!? NO ES TU OMEGA. —Jungkook se descoloca, por primera vez esta desafiando abiertamente al alfa.
Por primera vez su lobo interior le araña el pecho, no por dolor, sino por sus deseos de proteger al omega más bajo.
—¡TAMPOCO ES TUYO! —Vuelve a atacar, pero Jeon lo detiene, paralizando el puño en su mano.
—Jimin —aprieta los dientes para llamar al mencionado. —Detente ahora, esto ya no significa que tengas sentimientos por Yoongi, significa que lo estás acosando. —habla con firmeza en cada frase.
—¿Acosar? Claro que no, jamás haría eso, en cambio tu no tienes códigos, ¿robar a los omegas ajenos no te parece tan malo como acosar? —se suelta del agarre y lo sujeta del cuello de la camiseta por segunda vez en el día.
En el fondo, detrás de ambos, Yoongi colapsa poco a poco, sostiene su cabeza con ambas manos, sintiendo punzadas cada vez más fuertes, ecos, voces, todo es extraño y doloroso a la vez, parece metido en su propio trance. Respira profundo, deseoso de calmarse, sin obtener resultado alguno.
—Esas son cosas diferentes, no lo puedes comparar. —Reniega, sin darse cuenta que en cierto punto habla como si le diera la razón. —Tampoco te estoy robando nada, Yoongi no es de tu propiedad.
