Jungkook es un omega rechazado por todos, y eso se debe a que él desea seguir su verdadera naturaleza; convertirse en un fuerte beta. Su día a día consiste en ir al gimnasio, practicar boxeo y asistir al liceo por las tardes para sus clases de dibuj...
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Jungkook entra despacio en la habitación, procurando no hacer ruido, el omega más bajo yace en su cama, recostado con un paño húmedo en la frente, esa tela cubre sus ojos, de manera que los mantiene cerrados.
―¿Cómo te sientes? ―pregunta Jeon.
―Mejor, yo... ―se ayudo con los brazos para levantarse y poder sentarse en la cama, retirando el paño de su frente. ―Lo siento mucho, no quería que me vieras así.
El más alto suspiro, y se atrevió a tomar la mano de Yoongi.
―Casi me matas del susto, ―le acaricia el dorso de la mano. ―Soy yo quien lo siente, en primer lugar Jimin y yo no debimos pelear así.
―¿Estás bien? El te había golpeado fuerte. ―su preocupación fue a parar a la pequeña herida abierta que el omega menor tenía en su mejilla.
―Lo estoy, no pienses en eso, deberías descansar... ―el silencio aparece, previniendo que Jungkook dijera algo indebido.
―¿Quieres saber porque me puse así? No me enojare si preguntas. ―adivino su pensamiento.
―No estas obligado a decirmelo, quiero que puedas confiar en mi, deja que me gane tu confianza, ya habrá tiempo para contarnos todo ¿Okey? —sonríe.
―Okey, ―contesta con una leve sonrisa.
Jeon le ayuda a recostarse de nuevo, colocando un paño húmedo sobre su frente. Ya no tenian mucho más que decirse, así que disfrutaban su compañía mutua en silencio.
―Debo irme, te veré mañana ¿Bien?
Yoongi asiente a sus palabras y levanta el dedo pulgar con entusiasmo. Jungkook esta listo para irse cuando un fuerte mareo detiene sus movimientos, la vista se vuelve oscura y borrosa, por lo que busca donde apoyarse, siendo la mesa de noche su única opción.
―Jungkook... ―Min se quito el paño, viendo como el peliazul intentaba estabilizarse. ―¡Kookie!
Exclama, sin pensar ni siquiera en el apodo que estaba usando. Sale casi saltando de la cama y abraza el cuerpo del más alto, logrando sentarlo en la cama.
―¿Estas bien? ¿Qué pasó?
Le quita la chamarra que estaba usando, misma que acompaño a Yoongi todo el camino a la casa, y mueve su mano cerca del rostro ajeno, dándole viento.
―Me siento mareado. ―confiesa cerrando los ojos.
―Tranquilo, respira profundo y rápido, mante la vista en el techo, no mires a los lados. ―lo recostó, y le saco los zapatos.
Yoongi sabe primeros auxilios en varios casos, por lo que tiene una leve idea de como contrarrestar los mareos.
Al cabo de unos minutos, Jungkook pudo sentirse mejor y la sensación de inestabilidad se detuvo.
