Stuck in the heat - DreamNotFound

Libertad

"Bienvenido a Florida"

Escuchó una voz familiar susurrar melosamente en su oído.

"Dreammm~" musitó en respuesta, finalmente relajándo su cuerpo y dejándose derretir entre los brazos que lo rodeaban.

Un delicioso aroma a colonia masculina lo envolvía, una respiración hacía cosquillas en su piel, lo único que podía apreciar eran mechones rubios caer sobre sus hombros mientras el dueño de ellos ocultaba su rostro en su cuello.

Deseaba que ese primer abrazo durara para siempre.

Lentamente el cuerpo desconocido se separó del suyo y se quedó inmóvil ocultándose detrás de él, George se mantuvo rígido en su posición mirando fijamente al piso, temiendo el esperado momento de la revelación del rostro de su mejor amigo.

Clay lo rodeó plantándose frente a él, el británico se negó al impulso de alzar la mirada, esperaba alguna señal de autorización de su parte.

Súbitamente una mano cálida tomó delicadamente su mentón levantándolo, para después sentir como otra tomaba los mechones de cabello sobre sus ojos y los colocaba tranquilamente lejos de su visión, revelando una alta silueta que lo miraba a contra luz.

Ojos verdes con pupilas dilatadas lo observaban...

George no pudo evitar ruborizarse, el contacto visual de Dream lo intimidaba, a su vez hipnotizandolo por sus atractivos razgos.

La competencia de miradas se sostuvo durante varios segundos, sus rostros lentamente se acercaban, George empezó a cerrar sus ojos mientras el estadounidense se inclinaba hacía él y estando a centímetros de sus labios susurró con una sonrisa "vamos a casa, estamos obstruyendo la entrada".

Dichas palabras lo devolvieron parcialmente a la realidad, había mucho que procesar, percibía sus piernas entumecidas mientras el rubio lo arrastraba entre la gente y lo guíaba por el laberíntico estacionamiento.

Antes de darse cuenta se encontraba sentado en el asiento de copiloto en el auto que Dream conducía, miraba por la ventana organizando sus pensamientos. Sembradíos de naranjas empezaron a aparecer a ambos lados de la carretera, los pequeños árboles perfectamente colocados presumían sus frutos.

Una incontrolable euforia se apoderó de su cuerpo, el calor, el paisaje, la libertad.

"¿Así es cómo debía sentirse la vida?" Se encontraba más vivo que nunca.

"¡Dream!, ¡¡¡Campos de naranjas!!!" chilló emocionado.

Haciendo al dueño de dicho nombre soltar un carcajada, "No por nada llaman a Florida ~Estado de la naranja~" aseguró con diversión presionando el botón que bajó simultáneamente las ventanas y abrió el quemacocos.

Sin pensar dos veces George desabrochó su cinturón de seguridad y se quitó rápidamente el suéter que llevaba puesto lanzándolo a los asientos traseros del carro, se levantó y dejo su cabeza salir por el ahora abierto ventanal del techo.

El viento desacomodaba su cabello y los rayos dorados del atardecer descansaban en su rostro, el aire fresco y olor frutal embriagaban sus pulmones.

Dejó sus brazos salir agitándolos mientras el auto seguía en movimiento y gritó felizmente "¡Soy el rey del mundo!"

Dream sonrió al captar la referencia a "Titanic", la actitud infantil de su acompañante derretía su alma. Era imposible no enternecerse ante el castaño, George era feliz con poco y eso le conmovía.

Justo cuando el británico regresó a su asiento y aseguró su cinturón Clay divisó a lo lejos un camino alternativo de terracería a un costado de la carretera, giró el volante sin pensar haciendo al vehículo salir del carril agitándose violentamente, levantando la tierra a su paso y cruzando entre los arboledos.

"¡Dream!, ¿¡Qué haces!?, ¿¡TRATAS DE MATARNOS!?" Chilló el mayor llevando una mano a su muslo sujetándolo con fuerza en un acto de reflejo y miedo, mientras lo miraba atónito.

¿Estaba loco?
Posiblemente.

¿No sabía a dónde iba?
Un hecho evidente.

"¿Retrocedería?"
No sin antes descubrir lo que sus impulsos le pedían.