Problema

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La oscuridad a su alrededor se esclarecía, las siluetas repartidas por los rincones de la habitación retomaban su forma como muebles y objetos inanimados, los primeros rayos del sol se filtraban por la brecha entre las gruesas cortinas. George se encontraba aún sentado en la orilla de la cama, inmóvil. Su cuerpo se había entumecido tras mantenerse durante horas en la misma posición y sus ojos enrojecidos evidenciaban ser víctima del insomnio. Su mirada yacía fija en los tablones de madera del suelo, esperando el momento en el que un vuelo en avión lo devolviese a la fría y solitaria vida que lo esperaba en Londres.

Sin besos frente al atardecer en la playa...

Sin bailes improvisados en la oscuridad...

Sin despertar entre el agarre firme de sus brazos...

Sin sus ojos verdes color sol...

Una vida sin Dream...

¿Por qué la idea le costaba tanto?

¿Por qué una parte de él se negaba a renunciar a las caricias torpes y palabras dulces que el rubio le ofrecía?

El zumbido de una alarma marcó la cercanía del inevitable suceso. Se levantó de golpe sintiendo dolor intenso de cada articulación en su anatomía.

Sin importar el dolor en su cuerpo y alma debía marcharse...

Pasos lentos y pesados trazaban torpemente su camino a través de la habitación hasta llegar a la entrada cerrada, su mano se posicionó sobre la manija metálica, girándola, abriendo la puerta, revelando la verdad detrás de los sollozos que lo acompañaron durante las primeras horas de la noche hasta desvanecerse.

Aquél llanto afligido no fue producto de su conciencia atormenda.

George sintió su corazón detenerse mientras lágrimas caían ante la cautivadora vista de su mejor amigo.

Dream lo esperaba dormido en el suelo del pasillo, la ventana sobre él dejaba caer los dorados rayos del amanecer sobre su piel y se reflejaban en su cabello color oro, mechones caían suavemente sobre sus ojos cerrados, sus mejillas lucían enrojecidas y sus labios hinchados presumían marcas de sangre que la ansiedad le proporcionó durante su espera.

Lucía tan hermoso...
Y tan herido...

Su mente le demandaba fortaleza, indiferencia, apatía; su alma le rogaba tirarse al suelo y suplicar por su perdón, volviendo a sus brazos.

El nudo en su garganta le imposibilitaba respirar, la presión en su pecho lo paralizaba, la belleza del estadounidense le impedía apartar la mirada.

"¿G-George?" Labios amoratados pronunciaron con severidad inconsciente.

El dueño de dicho nombre cerró la puerta nuevamente, azotándola antes de que Dream pudiese abrir los ojos buscando respuesta.

"¿Georgie? ¿Estás Bien?" Escuchó del otro lado.

"Solo...llévame al aeropuerto"

Y Dream así lo hizo.

Una hora más tarde, sin desayunar y sin intercambiar más palabras ambos se encontraban en el auto, acercándose a su destino, tratando de dejar atrás luchas internas junto a los kilómetros que pasaban inhibidos a su paso.

Recuerdos en ese mismo auto los azotaban cruelmente.

¿Dream?
Él no podía soportarlo.

¿George?
Él trataba de evitarlo.

"Realmente piensas irte, ¿no es así?" Aquello abandonó sus labios mientras una de sus manos abandonaba el volante para acomodar los mechones rubios fuera de su rostro.

"Tengo un boleto de regreso a Reino Unido, creí que era bastante obvio"

"George...¿Qué fué lo que pasó?" El estadounidense cuestionó suplicante.

"Nada pasó, tengo que volver a casa" La sequedad en su voz era aún más asfixiante que el calor de Florida en pleno verano.

Dream desvío el auto estacionándolo junto a la transitada carretera y desabrochó su cinturón de seguridad obligando así a su acompañante a mirarlo directo a los ojos.

"¿¡Qué mierda crees que haces!? Tengo que estar en ese avión en menos de dos horas y debo reportarme una hora antes de abordar! No es momento de tus juegos, idiota!" El castaño gritó dejando la ira llevarse el autocontrol que restaba en su cuerpo.

"Ese es el maldito problema, me tratas como a un idiota! Ya no soy un niño, George!"

"No te trato como a uno"

"¿No? ¿¡Entonces por qué no me dices que te sucede!? ¿¡Por qué no me dices que demonios es lo que sientes!?" Clay gritaba dando pequeños golpes al volante expresando la frustración reprimida.

"Si te digo... se hará real, Dream...y no podremos lidiar con ello"

"No puedo lidiar con esto tampoco, no puedo lidiar con la idea de dejarte ir, no así, no sin saber si volverás...no puedo vivir sin hacer esto..." Y tras pronunciar aquello Dream se abalanzó sobre el asiento del copiloto, tomando a George entre sus labios, posicionando una mano en su cuello acercando el inmóvil cuerpo de su compañero más cerca de su alcance.

El castaño lo miraba perplejo, su cuerpo no respondía, su corazón latía desbocado y finalmente...cedió...

Sus ojos marrones se cerraron con pesadez y sus labios se deslizaron con suavidad sobre los ajenos, un tacto rítmico, sutil pero apasionado cegaba sus sentidos. Un agarre firme tomó su pierna, ganando fuerza y hundiendo sus dedos en su pálida piel conforme a los segundos pasaban y el beso se prolongaba. Dream lamió su labio inferior con delicadeza, pidiendo permiso para unir sus lenguas en una danza ardiente, luchando por control, robándose mutuamente el oxígeno. La mano que yacía en la pierna del británico escalaba con lentitud hacía su muslo interno, acariciando su ingle con el dedo pulgar, haciendo a George soltar un gemido, rompiendo el beso, pertiéndoles respirar nuevamente, alejando a Dream, mismo que ahora lo miraba con una amplia sonrisa de satisfacción en su rostro.

"¿Aún te parece que soy un niño, George?"

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Hey! Hola...
He estado inactiva por un mes quizá...he perdido la cuenta.
Trataré de actualizar tanto como mi estado actual me lo permita, y sin importar cuánto tiempo y esfuerzo me lleve trataré de dar lo mejor...
Eh...
Espero y les haya gustado este capítulo, bastante apasionado, ¿no?
Stay safe
(Manténgase a salvo)
<3
-LP

Stuck in the heat - DreamNotFoundDonde viven las historias. Descúbrelo ahora