La habitación estaba llena de botellas y cajas de decoración, la luz del amanecer entró por el tragaluz justo arriba de la caja de listones, todos rosas por el momento, sería una semana ocupada.
— Bonnie! Despierta!
La tierna voz de una niña sonó a través de la puerta, la despertó.
— Bonnie, se te hace tarde.
Sonó, no la misma voz de antes, pero logró levantarla se su cama.
No era una habitación muy lujosa, pero era más que suficiente
— Buenos días Bonnie!
— Buenos días!
Dijeron al unisonido dos voces pequeñas al fondo del pasillo, dónde llegaba la cocina, tan lindas como cada mañana.
— Buenos días. — Respondió
— Son las 6:30, ¿No deberías irte ya?
— Hoy mi clase empieza a las 9.
— Oh okay, entonces ayúdame con el horno, si?
Se dirigió a cocina principal, dónde se podía ver por la ventana de una vista que ya habían clientes en la tienda.
— ¿Tienes encargos?
— Muchos.
Aquella niña de pelo castaño claro se acercó a la mayor para abrazarla
— ¿Hoy me llevarás a clases?
— Lo lamento, hoy no puedo, Elissa...
— Pero quiero iiir, tu amiga me cayó muy bien la última vez jejeje
— ¿Quién? ¿Mónica?
— Si, es tan linda, me regaló esto...
Levantó en manos una caja músical, llevaba una bailarina rosa dentro y entonaba una melodía.
— Si, yo le ayude a encontrarla, ¿Sabias?
— En serio??
Volvió a abrazarla, pero esta vez no quiso apartarse.
En esta casa hay 3 adorables niños que, apesar de las circunstancias, sus sonrisas iluminaba el lugar entero.
— Bonnie, deberías descansar antes de irte, anoche casi no dormiste, ¿Verdad? Duerme un poco en mi cama, es más cómoda
Dijo Dan corriendo hacía su hermana mayor, con el seño fruncido, aunque siempre parecía estar molesto, era la mejor ayuda para cualquiera.
— ¡Yo te ayudaré con las galletas!~ Anoche dormí muy bien.
Cantó, la última voz, corriendo detrás del menor para llegar a la cocina.
...
—Sabes, ayer pensé en lo que me dijiste, y si fuera así, viviría por la sonrisa de toda mi familia.
"¿En verdad lo soportarías?"
