El viento acaricia mi rostro.
La soledad me abraza,
Como mi más fiel compañero.La luna ilumina el mar,
Donde puedo apreciar el reflejo de la oscuridad.
Te envuelve en sus telarañas.
Te ofrece su mano y te invita a pasar.
Es cuando aprovecha y te hunde hasta el fondo del mar.
Se burla en tu cara cuando crees que vas a poder escapar.Ves de reojo a la esperanza.
Esta te dedica una última mirada antes de voltearse y darte la espalda.
Ahí es cuando comprendes.No queda nada ní nadie.
Estas en el fondo de un pozo sin escapatoria.
Del que nadie va a venir a salvarte.
Ni siquiera lanzarte una soga.
Ahí es cuando el silencio rotundo y la soledad abrumadora se vuelve tu mejor amigo.
Y a prendes a entender a la oscuridad.—A.