day tripper [chenjen]

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Los siete meses de noviazgo fueron lo mejor de su vida. Había compartido buenos momentos con Mark. Desde salidas al cine, caminatas por el parque. Incluso se habían unido a cursos de yoga área.
Pero ahora está tendido en el sillón. Con una gran manta gruesa que cubre su pena, hay varios recipientes de helado esparcidos.

Hace tres semanas la casa olía a lavanda, ahora huele picante, como si un vagabundo se hubiera mudado ahí. Hace tres semanas que se fue Mark de su vida.
Él creía que se casaría con Minhyung. Que tendrían una familia, un bebé con tres gatitos y un perrito de mascotas.

Destapa su rostro ante el incesante sonido del timbre. Ni siquiera se pone pantuflas, arrastra los pies a regañadientes. Sabe bien quién puede estar detrás de la puerta.
Quita el seguro y pronto visualiza  a sus dos mejores amigos.

Kun tiene un refractario con pastel, se ve muy preocupado. A diferencia de Youngheum que lo mira con fastidio.
—Estas siendo ridículo —es lo único que dice. El codo de Kun se impacta contra sus costillas.

—Lo que él quiere decir, es que estás dándole mucho peso a tu ruptura. —deja el refractario sobre la plancha de la cocina— esto no es normal de ti Lele.

ChenLe solo se encoge de hombros. Sus amigos no lo entenderían.
—No es una simple ruptura. El amor de mi vida me dejó. Mark es mi todo, la luz de mi vida. Como puedo superar eso.

—Oh, por favor, —Chittaphon rodó los ojos— sólo fueron siete meses. Ya ni Mark esta siendo dramático —Los ojos de ChenLe brillan al escuchar su nombre. Se quita la manta de encima. Abraza a Chittaphon, aunque el contrario hace una mueca por el olor desagradable de su amigo.

—Mark, hablaron con él. ¿Dijo algo sobre qué volvería conmigo? —ChenLe realmente seguía aferrándose al canadiense. Kun se veían muy apenado, incluso Chittaphon odiaba ver a su amigo en mal estado solo por un chico que no lo valoro.

Kun sacó su celular y pronto la pantalla mostró el instagram de Mark.
—Justo hace una semana Mark anunció su relación con un tal Jaemin.

La sonrisa esperanzada de ChenLe decayó. Sus ojos se opacaron y las esquinas de sus ojos derramaron lágrimas. Escondió su rostro en el cuello de Chittaphon, los brazos del tailandes lo envolvieron. Kun también se unió al abrazo.

El azabache le daba suaves palmaditas a Zhong. Agarraba pañuelo tras pañuelo para secar las lágrimas y los mocos de ChenLe ante su incesante llanto.
Chittaphon solo juntaba los botes de helado vacíos. Rompió unos cuantos platos al lavar por su enojo.
Ver a uno de tus mejores amigos desmoronarse por una persona que lo cambió luego de una semana le hace echar humos por su furia.
Pronto la casa vuelve a esta limpia.

—Saben algo, —habla el pelinaranja, mientras abre otro recipiente de helado. La cuchara hasta el topé con helado sabor sandía— a Mark le gusta mucho el helado de sandía.

Bueno, eso fue la gota que derramó el vaso. Kun le arrebato el helado y lo tiró a la bolsa negra con el resto.
ChenLe quería recuperarlo, pero Youngheum lo había atrapado.
—Sueltame, devuelvan ese helado, es mío. ¿Por qué demonios no me dejan sufrir sólo?.

—Por que somos tus amigos imbécil. Nos duele verte así. —habla Chittaphon, sus orejas están rojas por la furia— Mírame —él contrario desvía la mirada, realmente está tratando de ver a Chittaphon pero el contrario lo agarra de la barbilla para que lo miré —Eres Zhong ChenLe. Tú jamás te tomas más de tres semanas en superar a alguien.

Zhong sólo rueda los ojos, infla sus mofletes. —Bien. Soy Zhong ChenLe, y yo nunca... —la imagen inmaculada de Mark golpea su mente, junta los labios en un fina línea y traga grueso— yo nunca me tomo más de tres semanas para superar a alguien.

Kun chillo de la emoción y abrazo a su amigo. —Eso es un paso importante. Lo hiciste bien Lele. — Estaba por acariciar los cabellos de Lele, pero parecían un nido, todos enredados y en direcciones transversales— Deberías darte un ducha, ¿cuándo fue la última ves que te duchaste?

—Hace tres semanas, cuando Ma...— la mano de Kun cubrió su boca.

—Tienes prohibido decir su nombre. ¿Entendiste? —aún con la mano en la boca, el pelinaranja asintió con un ademán de arriba a abajo. — Esta bien, ahora ve a darte un ducha —.
ChenLe se fue de la sala. Subía las escaleras encorvado, arrastrando los pies. Mientras Chittaphon y Kun se sentaban en la plancha de la cocina.

Para una persona como Chittaphon estaba muy callado. Y eso le dio curiosidad al contrario. Veía los rasgos del tailandes, y el susodicho veía en un punto fijo, mordía su labio inferior.

—Tengo una idea. —atrajo la atención de Qian.

—Dime.

En el estante hay jabón olor sandía. Sin duda cada cosa con esta fruta le recordaba a Mark. Terminó de limpiarse y agarró con fuerza la botella para lanzarla al bote de basura.
Se puso una remera blanca de manga corta, unos pantalones deportivos. La toalla blanca en sus hombros por su cabello húmedo.

Cuando bajó a la primera planta. Chittaphon estaba al teléfono mientras sonreía. Y Kun estaba cocinando arroz.
Prefirió ir a la cocina, detrás lo seguía Chittaphon.

—Prepara tus matelas. —La reacción de ChenLe no fue la esperada. Frunció el ceño y los labios, miró expectante al tailandes para que le dijera a qué se refería— Mañana a primera hora nos vamos a Ámsterdam.

—No pienso ir. —bueno, Kun era el más paciente de los tres, pero cuando su paciencia está hasta el límite da un terrible miedo. El impacto del sartén contra la estufa altera sus sentidos.
Con miedo mira a Kun, el contrario tiene los hombros hacía arriba.

Cuando se gira, ChenLe se levanta rápido de la silla. Intenta abrir la puerta pero Chittaphon dejó cerrado.
—Zhong ChenLe, irás con nosotros, más te vale que prepares tus maletas. —El chino más joven asiente fursivo.

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