Un pequeño rayo de luz entra por el ventanal de la habitación de la Presidenta del consejo estudiantil, la cual se despierta. Había dormido como nunca, le hacía falta un descanso después de todo lo sucedido en estos días. Se quedó unos segundos mirando el precioso día que se presentaba y luego hizo ademán de levantarse cuando notó que algo la retenía. Natsuki la estaba abrazando por la espalda como si se tratase de una almohada. La presidenta sonrío.
-Ara ara.. Parece ser que tú también has descansado bien.. -susurró. Con gran pena se deshizo de aquel abrazo cuidadosamente para no despertarla y bajó para preparar un pequeño desayuno, justo después volvió a su habitación y buscó en el mueble donde habían colocado las pertenencias de Natsuki un atuendo de ésta.- Sino fuese porque siempre esta tan linda cuando viste pensaría que nada tenemos en común Natsuki.. -Después de ojear entre la ropa y de encontrar varios conjuntos de ropa interior que le interesaron a la presidenta terminó por decidirse por su uniforme de Fuuka. Era lo más común y con lo que menos iba a destacar por si se equivocaba eligiendo lo que Natsuki se pondría, aunque podría arriesgarse ya que todas las mañanas que Natsuki se ponía un nuevo conjunto de ropa no paraba de mirar lo bien que le quedaba, así que recordaba cada prenda que podría ponerse.
Después de la elección de ropa y de peinarse un poco estuvo practicando un poco con las facetas que tendría que poner, propias de la peliazul. Con la típica sonrisa presidencial de la peliocre daba la sensación de que "Natsuki" siempre tenía sueño. Se dispuso a salir del piso y puso rumbo a la escuela mientras pensaba como se las arreglaría para entrar en el despacho y que una vez allí no la descubriese Haruka, no quería meter a Natsuki en problemas, pero tampoco podía dejar el trabajo para último momento, y menos cuando no sabían cuando la situación se volvería a normalizar.
Estuvo caminando hacía Fuuka cuando "la peliazul" encontró a Yuuki Nao, esa chica tan pocco decente para la opinión de la presidenta, Shizuru y Nao no se llevaban nada bien, al parecer, por sucesos pasados la peliroja no podía ni ver a la presidenta, por el contrario con Natsuki era una especie de amistad-odio lo que las unía.
-Natsuki~ ¿Que pasa ya no me saludas como antes?
-Uhm? -le costó unos segundos reaccionar ante aquel nombre al no darse por aludida pero en cuanto pudo intentó imitar a Natsuki- Hola..Nao.
La peliroja se acercó peligrosamente a la "peliazul" y se abrazo a su cuello. Shizuru nunca había visto a Nao comportarse así con Natsuki ¿Que le llevaba a acercarse tanto a su Natsuki?
-¿Como tú por aquí? -susurró y coqueteó-
-Uhm.. Vengo de casa de Shizuru. -contestó rápidamente. ¿Acaso Natsuki y Nao?... No, era imposible... ¿Y si Nao estuviese enamorada de Natsuki? Lo que le faltaba a la peliocre era eso. Y al parecer Natsuki no se había dado cuenta, y también había que destacar que la peliazul era bastante torpe para darse cuenta de estos temas amorosos.
-Oh... ¿Qué hacías en casa de Shizuru? - Nao se alejó rapidamente de "Natsuki" mirandola con una mueca extraña-
-Me esta ayudando a estudiar y me estoy quedando allí- respondió la "peliazul", no podía decir nada sobre el tema, no podía tampoco mentir y decirle que estaban juntas, no podía hacer nada, la peliocre se esaba desesperando viendo como la peliroja estaba intentando descaradamente robarle a Natsuki-
-Ohhh... -suspiró y la miró acercando el dedo indice a su sien y acariciando por su cara lentamente hacía su cuello- ¿Y que te parece si te ayudo yo también?
La presidenta estaba desesperando, estaba intentando aguantar la compostura, estaban tentandola a responder cruelmente a cualquier pregunta de la peliroja.
ESTÁS LEYENDO
Inusual cambio
FanfictionNatsuki tendrá una ardua pelea contra su orgullo a la hora de reconocer sus verdaderos sentimientos. Tendrá que enfrentarse a una maldición milenaria que vino junto con su deber de ser una Hime en tiempos pasados. Ahora esa maldición está cambiándol...