Capitulo 8

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-Uhm... Joder que sueño... -decía una adormilada "Shizuru" pasando por el salón del piso de la Bubuzuke, donde el día antes se habían quedado a dormir la familia Yamada. En el sofá cama estaban los tres, con la pequeña de los tres abrazando a su hermano mayor, y la madre al otro lado abrazandolos a los dos. Esa imagen hizo que la motorista en su fuero interno sonriese. Se percató de que no debía de hacer demasiado ruido al preparar su desayuno, y recordó con gran pesar la discusión de la noche anterior, Shizuru parecía que habia dormido un poco, pero ella.. Se sentía fatal por lo que le había dicho a su mejor amiga la noche anterior, se excusaba con el hecho de que, al menos es cierto ¿o no? Decidió prepararle el desayuno a la Presidenta del Consejo y llevarselo a la cama como disculpa.

Preparó todo y llevó las bandejas hacia el dormitorio, entró con la mayor sutileza que pudo y dejó la bandeja en la mesita de noche de la parte en la que Shizuru estaba durmiendo, luego volvió para cerrar la puerta suavemente y se sentó justo al lado de la Presidenta..

-Shizuru.. -susurró acariciandole la cara de forma inconsciente, también dibujo una sonrisa en su rostro acompañada de un sonrojo que enseguida quiso deshacer- Shizuru.. Buenos días. -volvió a susurrar. Parecía que la había despertado, en la bandeja la motorista había preparado dos zumos y dos pares de tostadas con mantequilla, a esto le había incluido una tarjeta en la que con su letra desordenada y casi ilegible ponia "Lo siento".

-Ara.. -se quejó la Presidenta de que se le despertase de aquel descanso, por lo visto se había dormido bastante tarde, las ojeras la delataban, y aquel olor a pan tostado y el susurro con aquel acento de su amada Natsuki la habían instado a despertar.. -¿Y esto? -Preguntó con los ojos casi cerrados mirando a la bandeja y luego a Natsuki instantaneamente.

-Una disculpa.. Por lo de ayer.. Pero.. no te acostumbres.. -susurró sonrojandose-

-Ara Ara.. Que mona mi Natsuki -se abalanzó sobre ella abrazandola y dandole un beso en la mejilla- Acepto tus disculpas encantada -le sonrío-

-Hehe.. -rió algo incómoda- Bueno, desayunemos y luego preparemonos para el día de hoy.

Las chicas desayunaron y estuvieron comentando el hecho de que con la ayuda de Shizuru, Akise y su hermana pequeña pudiesen entrar en Fuuka. A Natsuki no le pareció mala idea, puesto en aquella escuela el chico podría tener opción a grandes becas si su nota subia, y no había precisamente compañías como a las que estaba acostumbrado.

-Pero.. ¿Y su madre?

-Natsuki, ¿Crees que este apartamento me servirá cuando me vaya a la Universidad?

-Eh.. Puede..

-Sí, puede, pero yo quiero dejar Fuuka atrás, lo he decidido, me trae buenos recuerdos, y puede que lo visite de vez en cuando, pero no quiero vivir aquí nunca más, quiero irme, dejarlo todo atrás.. -aquello último hizo temblar los labios de la que hablaba-

-¿Shizuru? -se extrañó y se preocupó a la vez- ¿Cuando decidiste eso? Dijiste que..

-Natsuki.. -la miró y le sonrió levemente- Gracias.

-¿Eh? ¿Gracias por qué?

-Ara ara.. Por el desayuno..

-Ya te dije que.. no es nada - se levantó de la cama- Bien, voy al baño, voy a cepillarme los dientes y vamos a ofrecerles eso que hemos hablado. -dijo, intentando animarse, pero aquellas palabras de Shizuru la habían hecho pensar- Cuando termine te aviso, que voy a cambiarme, NI SE TE OCURRA ENTRAR.

-Natsuki ¿Olvidas que estás en mi cuerpo y que mi cuerpo me pertenece? -dijo para luego reír traviesamente- Aunque si nos ponemos así, podría sentirme en el derecho de ser la dueña de tu cuerpo, ara~

Inusual cambioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora