I

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  - ¿Larry Face?- se escucho del otro lado del walkie talkie.

  - Aqui Larry Face, ¿Que sucede Sally Face?- preguntó el castaño, tomando el aparato, para luego darle una calada a su cigarillo.

  - Travis ya esta aqui. ¡Di hola!- se escucho un suave "Um, hola" del otro lado seguido de una risa de Sal- ¿Quieres que lo haga bajar?

  - Si, hazlo. Cambio y fuera.

Larry apago el cigarrillo en el cenicero que Ashley le había hecho e intento hacer desaparecer el hedor. Sabía que Travis era delicado y no queria hacer esa experiencia mas molesta. Resulta que el castaño tenia un proyecto de arte. Necesitaba un modelo masculino y ni Sal, ni Chug, ni Todd, ni Neil estaban disponibles. Sin avisar, el peliazul cuestiono porque no le pedia al ex-bully posar para el. No estaba del todo enterado porque ahora el hijo del pastor estaba tan cerca de su grupo de amigos. Sabía que tenía que ver con Sal intentando hacer amigos, como siempre, pero las circunstancias del como lo había logrado eran inciertas. Ahora el rubio iba a los apartamentos cada dos por tres, para pasar el tiempo con Sal y, por lo tanto, con el también. Travis seguía sin agradarle y todavía le debia una buena paliza, pero tenia que concentrarse.

Mientras acomodaba el lienzo y su taburete, tocaron la puerta de su habitación con bastante timidez. Al abrirla, dicho rubio de tez morena estaba ahi. Con el ceño fruncido y de brazos cruzados lo miraba, esperando que le cediera el paso. Larry apretó los labios con disgusto. No esperaba que fueran los mejores amigos, pero al menos le hubiera gustado que tuviera mas pinta de estar dispuesto a colaborar.

  - Bien, ponte cómodo, Phelps. Tienes que estar bien cómodo, porque no podrás moverte por un tiempo, ¿Entendido?

El rubio no respondió. Solo camino hacia el sillón que el castaño usaba como cama y se sentó, sintiendo la textura del mueble. Tal pareció que no le agrado, ya que se levanto y siguió mirando el cuarto. Sin perderlo de vista, el pelilargo busco sus pinturas y sus pinceles.

  - ¿Has estado fumando, Jonhson?

  - No veo porque sea importante.

  - Ugh.

La mueca de asco solo hizo al latino desear romperle su prepotente cara de un solo derechazo. Pero no podía, se lo había prometido a Sal. Y a su madre, claro. Lisa no le perdonaria que golpeara a alguien dentro de su casa.

  - Solo sientate ahí y empecemos Mientras mas rapido lo hagamos, menos vamos a tener que fingir que somos amigos.- pidió Larry, señalando su puff favorito, sentandose en su taburete frente a su atril.

  - No voy a sentarme ahi- declaro el rubio, señalando dicho asiento.

  - ¿Que? ¿Porque?

  - ¿Es broma? Se nota que has estado sentado ahí. Puedo ver las marcas de tu trasero. Es asqueroso.

  - Siéntate- sentenció Larry apretando los dientes.

  - No voy a hacerlo.

  - No me hagas ir para allá.

  - No te tengo miedo, Johnson.

Apenas Larry hizo el ademán de levantarse de su asiento, el trasero del rubio cayo sobre el puff, de un golpe seco. El castaño sonrío sastifecho y se quedó en su lugar. Vio al rubio intentar acomodarse. Primero cruzo una de sus piernas sobre la otra y luego puso sus manos sobre sus rodillas. Rápidamente cambió de posición, seguramente dandose cuenta de lo "gay" que se veia. Intento acostarse un poco más en el puff y poner sus brazos tras su cabeza, pero estaba incómodo, así que deshizo la pose.

Al verlo tan indeciso, suspiro y se levanto de su asiento para buscar su cuaderno de bocetos. Quizas no terminara hoy la pintura, asi que tener bocetos le serviría. Mientras volvia a su lugar, se escucharon unos suaves golpes en la puerta y Lisa entro con su tipica amable sonrisa.

But it's so damn easy makin' love to you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora