Una Vida de Casados

Celebración

Era una mañana fresca y nublada de julio, el sonido del viento arlonizaba el ambiente mientras soplaba con fuerza y mecía las hojas de los arboles anunciando la llegada de la lluvia.

En el hogar Uzumaki el silencio invadía los pasillos, dentro de la habitación principal se encontraba el joven matrimonio aun descansando. Después de casi dos semanas de mucho trabajo sin descanso por fin habían tenido la oportunidad de estar juntos y olvidarse de sus obligaciones.

De entre las sabanas la joven Hyuga comenzó a moverse, y con algo de pesar descubrió su rostro mostrándose excesivamente cansada y despeinada.

Aun con los ojos cerrados y con pesar, la joven se incorporó  frotando ligeramente su cabeza. Movio sus piernas para sentarse en la orilla de la cama mientras trataba de cubrir su cuerpo con las sabanas.

A pesar de los movimientos que hizo al salir del colchón Naruto no mostró reacción alguna, el joven se encontraba profundamente dormido con su cuerpo boca abajo, dejando ver solo su espalda desnuda de entre las sabanas.

Hinata se puso de pie y con algo de pesar arrastrando un poco sus pasos se dirigió al baño para tomar una ducha. Caminó directamente a la regadera y dando un giro al grifo de la pared dejó salir el agua sobre su rostro.

El líquido frio salió de golpe y de alguna manera esto la hizo sentir bien, el agua refrescaba su cabeza y aligeraba un poco el fuerte dolor de cabeza que sentía. Apoyó su frente en la pared mientras el agua seguía cayendo sobre su nuca, cerró los ojos con pesar recriminarse a sí misma por sentirse así. Ella sabía perfectamente el motivo de su fuerte dolor de cabeza, pues en resumidas palabras ella era la única culpable de que en ese momento estuviera experimentando esa fuerte resaca.

Al instante, fragmentos de recuerdos borrosos de horas atrás comenzaron a inundar su mente, los cuales la hicieron sonrojarse de tal manera que aun estando sola en la ducha se vio en la necesidad de cubrir su rostro con sus manos para ocultar su extrema vergüenza.

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Había pasado casi un mes desde que Sakura y Sasuke iniciaron su viaje juntos, para sus allegados los primeros dias fueron de mucha incertidumbre ya que sabian lo peligroso que era. Afortunadamente tres semanas despues de su partida Naruto recibió una pequeña nota en un halcón mensajero del Uchiha, la cual solo decía "Todo va bien".

Para tranquilidad de todos, la nota estaba escrita por la pelirrosa, detalle que notaron al ver la caligrafía del mensaje.

Tal hecho calmó mucho a la Hyuga la cual se había mantenido preocupada desde que despidióa su amiga.

Después de ese día Hinata se sintió más relajada y animada, por tal motivo al percatarse de que estaba próximo su cuarto mes de casada le pareció buena idea celebrar y hacer uso a las reservaciones del lujoso restaurante que les había regalado Choji el día de su boda. Así que sin pensarlo mucho, la chica hizo un par de llamadas y a la brevedad logró hacer valida las reservaciones para ese día tan especial.

El plan fue perfecto, ya que después de tantos días de trabajo y compromisos la joven pareja pudo tomarse un descanso y celebrar su cuarto mes de matrimonio compartiendo una espléndida cena en uno de los restaurantes más lujosos de la aldea, donde degustaron platillos exquisitos, exóticos y muy novedosos para ellos, lo cual les pareció una gran experiencia.

Al regresar a casa la Hyuga vio en la cocina el gran frasco de cristal con el licor de "Agua miel" que les habían regalado sus excompañeros de equipo, dada la ocasión le pareció una gran oportunidad para hacer un brindis con tan especial bebida y sin pensarlo mucho la chica le propuso su idea a su esposo, el cual no lo dudó y estuvo de acuerdo con su sugerencia.