Una Vida de Casados

Arrepentimientos

El shock invadió el rostro de las chicas y el silencio se apoderó del ambiente mientras asimilaban la reciente declaración de su amiga.

- Sakura, estás hablando enserio. - dijo Ino preocupada.

- Deberías pensarlo bien, un viaje así es muy arriesgado.... Naruto dice que. - comentó Hinata a medias al ver como los ojos de su amiga se llenaban de lágrimas.

- Lo sé... Es una locura viajar junto a él es muy peligroso, Sasuke también me lo a dicho, él se hizo de muchos enemigos, además sé que sus investigaciones van más allá de nuestro entendimiento. Pero...-

- Porque mejor no lo convences de quedarse aquí en la aldea por un tiempo más prolongado, creo que eso también sería bueno para él, así podrán pasar tiempo juntos y establecer bien su relación. - trató de alentarla Ino.

- Nunca aceptaría, él siente mucha culpa por todo lo que causó en sus años de venganza. Él se siente más cómodo protegiendo a la aldea desde las sombras. -

- Sakura por favor piensalo un poco más... Me pondría muy tiste si algo te pasara. - dijo la Hyuga al borde de las lágrimas tomando la mano de su amiga.

- Gracias Hinata por preocuparte, pero cuando una chica se enamora de verdad es muy difícil que sus sentimientos cambien. ¿Cierto?... Tengo que hacer todo lo que este en mis manos para estar con él. -

- ¿Estas segura de que él aceptará?... Que harás si él se niega. - dijo Ino preocupada.

- No buscaré su aprobación, esta decisión la tomé yo misma. Es algo que yo necesito para tener claro si lo nuestro llegará algún lado o definitivamente tengo que olvidarme de él. -

- En eso tienes razón, es egoísta pensar que sigas esperando por él por más tiempo. - comento la rubia.

- Crees que Kakashi sensei te dará el permiso para salir de la aldea. - comentó la ojiperla.

- Espero que lo haga, mi intención es hacer todo de la manera correcta. -

- Sakura, no estarás pensando...? - dijo Ino.

- Ya lo decidí... Aunque no consiga la aprobación de nadie, me iré con Sasuke. -

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La mañana había empezado un poco tarde para Naruto y Hinata, era fin de semana y para suerte de los dos su día libre había coincidido.

Después de tomar el desayuno juntos y platicar por algún tiempo en la mesa, decidieron aprovechar lo que restaba de la mañana y hacer algunas labores pendientes en casa. Naruto se ofreció en hacerse cargo de la limpieza del jardín y Hinata decidió aspirar el interior de la casa.

Así los dos se separaron para realizar sus labores, el rubio cortaba las hiervas en el patio mientras la Hyuga se encontraba aspirando el pasillo del segundo piso, pero, aunque pareciera que la chica solo estaba concentrada en su trabajo en realidad su mente no dejaba de pensar en la plática que había tenido con sus amigas.

Había pasado un poco más de una semana desde aquel día y aún seguía preocupada por Sakura, se debatía así misma si contarle lo sucedido a Naruto o guardarle el secreto a su amiga.

Desde entonces Hinata se sentía un poco culpable por no haber sabido que decir ante el plan de la Haruno, ya que no sabía si apoyarla o detenerla. Por un lado, sabía el riesgo que estaba tomando al salir de la aldea para viajar junto a Sasuke, pero al mismo tiempo también la entendía, estaba segura de que si ella estuviera en la misma posición de Sakura muy probablemente habría hecho lo mismo, seguiría a Naruto a dónde fuera aun así le costara la vida.